jueves, 26 de septiembre de 2013

Nunca encubrí casos de pedofilia, dice Benedicto XVI en extensa carta a un ateo militante

(ACI/EWTN Noticias).- El matemático italiano y ateo militante, Piergiorgio Odifreddi, recibió el pasado 3 de septiembre una carta muy especial, firmada por Benedicto XVI en la que habla de diversos temas como la fe en Jesucristo, la filosofía y el hecho de que nunca encubrió los casos de pedofilia en la Iglesia.Al inicio de la carta, el Obispo Emérito de Roma señala que "usted me hace notar que la teología sería "fantaciencia". Y frente a este argumento presenta cuatro puntos.



Ciencia ficción en la religión... y las matemáticas

En primer lugar señala que "es correcto afirmar que "ciencia" en el sentido más estricto de la palabra lo son solo las matemáticas, mientras yo he aprendido de usted que sería necesario distinguir aún entre aritmética y geometría. En todas las materias específicas la científica tiene cada vez su propia forma, según la particularidad de su objeto. Lo esencial es que aplique un método verificable, excluya el arbitrio y garantice la racionalidad en las respectivas modalidades".

En segundo lugar, Benedicto XVI sostiene que "usted debería por los menos reconocer que, en el ámbito histórico y en el del pensamiento filosófico, la teología produjo resultados duraderos".

Como tercer aspecto afirma que "una función importante de la teología es la de mantener la religión unida a la razón y la razón a la religión. Ambas funciones son de esencial importancia para la humanidad".

En el último punto, mucho más extenso que los anteriores, Benedicto expresa que "la "fantaciencia" existe, por otra parte, en el ámbito de muchas ciencias" -continúa Benedicto XVI-, "lo designaría como "fantaciencia" en el buen sentido: son visiones y anticipaciones, para alcanzar un verdadero conocimiento, pero son, de hecho, solamente imaginaciones con las que buscamos acercarnos a la realidad".

Poco nivel: la pederastia

Tras desarrollar con más detalle estas ideas, Benedicto XVI se detiene en el capítulo sobre el sacerdote y la moral católica y en los distintos capítulos sobre Jesús. "En lo que se refiere a lo que usted dice del abuso moral de menores por parte de sacerdotes, puedo -como usted sabe- constatar solo con profunda consternación. Nunca he tratado de enmascarar estas cosas. Que el poder del mal entre hasta tal punto en el mundo interior de la fe es para nosotros un sufrimiento que, por una parte, debemos soportar, mientras, por otra, debemos al mismo tiempo, hacer todo lo posible para que estos casos no se repitan.

No es tampoco motivo de tranquilidad saber que, según las investigaciones de los sociólogos, el porcentaje de los sacerdotes culpables de estos crímenes no es más alto que en otras categorías profesionales semejantes. En cualquier caso, no se debería presentar esta desviación ostentosamente como si se tratase de una suciedad específica del catolicismo. Si no es lícito silenciar el mal en la Iglesia, no se debe tampoco silenciar el gran sendero luminoso de bondad y de pureza, que la fe cristiana ha trazado a lo largo de los siglos".

Por eso, Benedicto XVI recuerda nombres como San Benito de Nursia y su hermana Escolástica, Francisco y Clara de Asís o Teresa de Ávila y Juan de la Cruz.

En vez de Dios, una naturaleza sin definir

Continúa Benedicto XVI afirmando que "si usted, sin embargo, quiere sustituir a Dios con "La Naturaleza", queda la pregunta, quién o qué es esta naturaleza. En ninguna parte usted la define y aparece por tanto como una divinidad irracional que no explica nada".

Y añade: "Quisiera, por tanto, sobre todo destacar que en Su religión de las matemáticas tres temas fundamentales de la existencia humana quedan sin considerar: la libertad, el amor y el mal. Cualquier cosa que diga la neurobiología sobre la libertad, en el drama real de nuestra historia está presente como realidad determinante y debe ser tomada en consideración".

 

0 comentarios :

Publicar un comentario