Nicolás Marasco es un adolescente argentino de 16 años que sufre de encefalopatía crónica no evolutiva, no puede hablar; sin embargo, gracias a sus padres pudo “escribir” una carta al Papa Francisco para decirle que “todas las noches” le pide a su ángel de la guarda que lo cuide y le ayude en su pontificado.
La carta, escrita por Marisa y Fernando, es la siguiente:
“Querido Francisco: soy Nicolás y tengo 16 años. Como no puedo escribirte yo (porque todavía no hablo ni camino), pedí a mis padres que lo hagan en mi lugar, porque ellos son las personas que más me conocen.
Te quiero contar que cuando tenía seis años, en mi colegio que se llama AEDIN (Asociación en Defensa del Infante Neurológico) el padre Pablo me dio la primera comunión, y este año, en noviembre, recibiré la confirmación, algo que me da mucha alegría.
Todas las noches, desde que me lo pediste, le pido a mi ángel de la guardia -que se llama Eusebio y tiene mucha paciencia- que te cuide y te ayude. Puedes estar seguro de que lo hace muy bien porque me cuida y me acompaña todos los días. Ah, y cuando no tengo sueño... viene a jugar conmigo.
Me gustaría mucho ir a verte y recibir tu bendición y un beso: ¡sólo eso! Te mando muchos saludos y sigo pidiendo a Eusebio que te cuide y te dé fuerza. Besos.
Nico”.
El diario argentino Clarín afirmó que el Papa Francisco quedó impresionado con la carta de Nicolás, quien va a una escuela en Colegiales y lograba comunicarse con sus papás, muchas veces a las carcajadas.
El 4 de octubre pasado, ante la multitud que lo escuchaba muy cerca de la tumba de San Francisco de Asís, el Papa contó su historia y consideró que “en esta carta, en el corazón de este muchacho, están la belleza, el amor, la poesía de Dios. Dios que se revela a quien tiene el corazón sencillo, a los pequeños, a los humildes, a quienes a menudo nosotros consideramos los últimos”.
Francisco resaltó -indicó Clarín- que fue una de las cartas más emotivas que había recibido desde que llegó a Roma.
Tres días después, Nicolás recibió la respuesta manuscrita del Santo Padre:
“Querido Nicolás: muchas gracias por tu carta. Muchas gracias por rezar por mí. Con tu oración, vos me ayudás en mi trabajo, que es llevar a Jesús a todas las personas. Por eso, querido Nicolás, sos importante para mí.
Y te quiero pedir, por favor, que me sigas ayudando con tu oración y también pidiéndole a Eusebio, que seguro es amigo de mi ángel de la guarda, que también me cuide.
Nicolás, gracias por tu ayuda. Rezo por vos. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Afectuosamente, con mi bendición.
Francisco”.
Este 9 de noviembre el chico argentino recibió el sacramento de la Confirmación, junto a otros 16 compañeros de la escuela.
Desde Roma, el Papa lo volvió a bendecir, gracias a un emisario sensible que lo puso al tanto del acontecimiento. Además, le llevó un cuadro con las fotos de todos los chicos que se confirmaron.
Marisa Mariani, mamá del adolescente, aseguró que “con esto que nos ha pasado, nos damos cuenta de lo importante que son las cosas sencillas, una palabra de aliento, alguien que escucha, alguien que no mira para otro lado, como a veces nos pasa en la calle”.
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