"Recibir del Señor el amor de un Padre, recibir del
Señor la identidad de un pueblo y luego transformarla en una ética es rechazar
aquel don de amor. Esta gente hipócrita son personas buenas, hacen todo aquello
que se debe hacer. ¡Parecen buenas! Son éticos, pero éticos sin bondad, porque
¡han perdido el sentido de pertenencia a un pueblo! El Señor da la salvación al
interior de un pueblo, en la pertenencia a un pueblo". "¡Aquél es el
ayuno que quiere el Señor! Ayuno que se preocupa por la vida del hermano, que
no se avergüenza -lo dice el mismo Isaías- de la carne del hermano. Nuestra
perfección, nuestra santidad va delante con nuestro pueblo, en el cual hemos
sido elegidos e insertados. Nuestro acto ...
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