De nuevo fue una tarde intensa para
el Papa en Cracovia. Primero recibió el homenaje de las autoridades locales que
le entregaron las llaves de la ciudad.
Después se trasladó al parque
Bonia... Y para hacerlo usó este tranvía ecológico. Recorrió
así la ciudad durante unos 20 minutos acompañado por algunos jóvenes con
discapacidad.
A su llegada al parque Bonia, la
fiesta ya había comenzado. Un millón de jóvenes
recibieron a Francisco con todo su entusiasmo.
El arzobispo de Cracovia fue le
primero que agradeció al Papa su presencia en la tierra de San Juan Pablo II.
"Gracias en nombre de todos los
jóvenes y de todos los presentes. Gracias”.
Y una representación de los jóvenes entregó al Papa un kit del peregrino como el que
tienen cada uno de ellos. Después, le dedicaron un colorido
festival de danzas del mundo.
Mostraron además un montaje con
santos de todos los tiempos para explicar a los jóvenes que la santidad no tiene edad y que no hay que esperar
a ser adulto para buscarla.
Tras la lectura del Evangelio, el
Papa Francisco tomó la palabra. Pidió a los jóvenes que tengan
un corazón misericordioso.
FRANCISCO
"¿Sois capaces de soñar? Cuando el
corazón está abierto y es capaz de soñar hay espacio para la misericordia, hay
espacio para acariciar a los que sufren, hay espacio para ponerse junto a los
que no tienen paz en el corazón o les falta lo necesario para vivir o les falta
la cosa más hermosa: la Fe. Misericordia. Digamos juntos esta palabra:
Misericordia. Todos. Otra vez para que el mundo escuche”
Les dijo que le apena que un joven se
sienta sin ganas de vivir o que busque la felicidad en caminos oscuros. Por
eso, les invitó a no dejarse engañar.
FRANCISCO
"Queridos amigos, nos hemos
reunido para ayudarnos unos a otros porque no queremos dejarnos robar lo mejor
de nosotros mismos, no queremos permitir que nos roben las energías, que nos
roben la alegría, que nos roben los sueños, con falsas ilusiones”.
Para conservar la pasión por la vida,
el Papa Francisco les recomendó algo que ni se compra ni
se vende.
FRANCISCO
"Queridos amigos, os pregunto:
¿Queréis para vuestras vidas ese vértigo alienante o queréis sentir esa fuerza
que os haga sentir vivos, plenos? ¿Vértigo alienante o fuerza de la gracia?
¿Qué queréis: vértigo alienante o fuerza de plenitud? ¿Qué queréis? No se oye
bien... Para ser plenos, para tener una vida renovada, hay una respuesta. Es
una respuesta que no se vende, es una respuesta que no se compra. No es una
cosa, no es un objeto. Es una persona y está viva, se llama Jesucristo. Un
aplauso para el Señor”.
La enorme fiesta concluyó con una
oración en la que el Papa invitó a los jóvenes a construir puentes y a derribar
muros, a socorrer al pobre, al abandonado o a acoger sin miedo a quienes vienen
de otra cultura, a escuchar a los ancianos y sobre todo les pidió que vivan desde la misericordia para que sus vidas sean
realmente plenas.
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