martes, 11 de junio de 2013

EL ABORTO: SECUELAS PSICOFISIOLÓGICAS COMPROBADAS I de II



La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada, en cualquier momento de su vida intrauterino. El aborto es provocado, se realiza matando al hijo en el seno materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.

En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables, matándolos en el interior de la madre o procurando su muerte después de nacer vivos. Esto no es, médicamente hablando, un aborto, muchas legislaciones lo incluyen en la figura del infanticidio.




Secuelas psíquicas del Aborto

1.            NECESIDAD DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO:
Un estudio realizado sobre pacientes post-aborto a sólo 8 semanas de haber abortado, los investigadores hallaron que el 44 % se quejaba de trastornos nerviosos, el 36 % había sufrido alteraciones del sueño, el 31 % tenía arrepentimientos por la decisión tomada y al 11 % le habían sido prescritos fármacos psicotrópicos por su médico de cabecera.  Un estudio de cinco años en Canadá detectó que el uso de los servicios médicos y psiquiátricos era sensiblemente mayor el 25 % entre mujeres que habían abortado frente al 3 % del grupo de control. Hay sentimientos reprimidos que son susceptibles de causar afecciones psicosomáticas y psiquiátricas o de conducta.

2.            TRASTORNOS POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO

Un importante muestreo concluyó que al menos un 19 % de mujeres que han abortado padecen trastornos por estrés post-traumático (PTSD). Aproximadamente la mitad presentaba muchos de los síntomas, aunque no todos, y entre un 20 y un 40 por ciento mostraban niveles de estrés que fluctuaban entre moderados y altos. El PTSD es una disfunción psicológica que anula los mecanismos normales de defensa de una persona, derivando en miedo intenso, sensación de estar atrapado, o en pérdida del control. El riesgo se incrementa cuando es percibido con amenazas de lesión física, violación sexual o presencia personal o participación en una muerte violenta. Hay  varias razones para que esto ocurra, entre ellas forzadas por maridos, novios, padres u otros

3.            DISFUNCIÓN SEXUAL:

Entre un treinta y un cincuenta por ciento de mujeres que han abortado declaran sufrir disfunciones sexuales, tanto de breve como de larga duración, que comienza inmediatamente después de sus respectivos abortos. Pueden incluir uno o varios problemas: ausencia de placer en las relaciones, dolor añadido, aversión al sexo o a los hombres en general, o desarrollo de una forma de vida de tipo promiscuo. 

4.            PLANTEAMIENTOS SUICIDAS E INTENTOS DE SUICIDIO:

Aproximadamente un 60 por ciento de mujeres que experimentan secuelas post-aborto declaran albergar ideas suicidas, con un 28 por ciento que intenta realmente suicidarse, de las cuales la mitad lo ha hecho en dos o más ocasiones.  La tasa de suicidio dentro del año posterior a la práctica del aborto era tres veces más alta que la tasa general femenina, siete veces más elevada que para las mujeres que llevan a término su embarazo, y casi el doble de alta que la de las mujeres que habían sufrido un aborto por causas naturales. 

5.            REFUERZO DEL HÁBITO DE FUMAR CON LOS CORRESPONDIENTES EFECTOS NEGATIVOS PARA LA SALUD

6.            ABUSO DEL ALCOHOL Y  DE LAS DROGAS

7.            DESCUIDO DE LOS NIÑOS O CONDUCTA ABUSIVA HACIA ELLOS, DIVORCIO Y   PROBLEMAS CRÓNICOS DE RELACIÓN

8.            MUERTE:
Las primeras causas de muerte en relación con el aborto son hemorragia, infección, embolia, anestesia, y embarazos ectópicos sin diagnosticar. El aborto legal constituye la quinta causa de muerte de gestantes en los EE. UU, aunque de hecho se sabe que la mayoría de muertes relacionadas con el aborto no son registradas oficialmente como tales.



EL  ABORTO PROVOCADO, ¿ES SÓLO UN PROBLEMA CIENTÍFICO, POLÍTICO O SOCIAL? CIERTAMENTE, NO. ADEMÁS; DE  UN PROBLEMA CIENTÍFICO, POLÍTICO Y SOCIAL GRAVE. PERO TAMBIÉN ES, Y EN GRAN MEDIDA, UN SERIO PROBLEMA MORAL PARA CUALQUIERA, SEA O NO CREYENTE.  QUE ESTÁS HACIENDO PARA QUE NO SE LEGALICE. PONTE LAS PILAS Y QUE SE OIGA TU VOZ. CONTINUARA…


Fuentes: ACI PRENSA Y PRO VIDA INTERNACIONAL

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