martes, 16 de julio de 2013

¿Puede prevenirse y/o cambiarse la preferencia? La homosexualidad I

Introducción
Se le llama homosexual a la persona que siente atracción erótica hacia las personas de su mismo sexo, pero que se sabe miembro de su sexo; a diferencia del trans sexual que se siente atraído hacia las personas de su sexo, pero que se cree miembro del sexo complementario y que por lo tanto también cree que está erróneamente en ese cuerpo.
 Los defensores del homosexualismo lo justifican argumentando que es una variante o una preferencia, una condición o una opción. Los partidarios del criterio de que es una condición, sostienen la teoría de quien tiene esta conducta sexual posee razones biológicas que pueden ser establecidas por los genes. Pero si esto fuera cierto, los gemelos que ambos tienen la misma condición genética tendrían siempre la misma orientación sexual. Sin embargo, hay numerosos casos de gemelos que no son homosexuales; especialmente aquellos que han crecido separados, porque han recibido distinta educación. Derrumbando con ello esa teoría.
Otros consideran que la homosexualidad está condicionada por factores hormonales. Pero la mayoría de los homosexuales tienen todos los niveles de hormonas en la normalidad. Con relación a esto lo único cierto, es que se puede dar el caso que las personas que sufren enfermedades con desequilibrio hormonal, como los varones con pérdidas de la función de los testículos desde niños, pueden llegar a ser un "caldo de cultivo" para ser reclutados por homosexuales militantes. Sin embargo, si son educados como varones, no caen en el homosexualismo, aunque sus niveles hormonales no sean normales.
Aunque cada persona es única e irrepetible, su homosexualidad suele depender más frecuentemente de las siguientes causas:
·         padre violento, alcohólico, hostil o distante
·         madre sobreprotectora
·         madre con trastornos emocionales que no transmite cariño adecuadamente
·         timidez extrema casi siempre condicionada por un mal desarrollo físico, como niños muy delgados o muy obesos
·         ausencia de la figura paterna del hogar por muerte o divorcio, sobre todo si se produce en etapas críticas del desarrollo
·         falta de identidad con iguales del mismo sexo
·         abuso sexual o violación
·         ausencia de juegos de participación
·         padres que no fomentan la identificación con su propio sexo
¿Puede prevenirse?
 
Si las necesidades emocionales de los niños se satisfacen adecuadamente en la familia, la escuela, en fin, en el medio donde viven, no se desarrolla el homosexualismo.
Los padres son los primeros encargados de prevenir este desorden. Pero en algunos casos corresponde a otros familiares, a maestros o catequistas
Se debe buscar orientación profesional adecuada. No se debe aceptar nunca que la inclinación homosexual sea una opción más ni restar importancia a la situación. Por otro lado, no se debe deben permitir las bromas ni las burlas sobre un tema tan delicado, etiquetar a un niño como homosexual, o permitir que se acepte como tal.
¿Puede cambiar la preferencia homosexual?
Hay esperanza y puede encontrarse ayuda. La meta de los que quieren cambiar su tendencia homosexual debe ser vivir la castidad según su estado de vida: los solteros practicando la continencia; los casados siendo fieles a su esposo o esposa en una relación heterosexual no anticonceptiva.
Un hombre que siente atracción hacia otras personas de su mismo sexo puede llegar a descubrir que esta situación se debe al rechazo por parte del padre o a una pobre imagen corporal. Al disminuir el sufrimiento emocional, la identidad con su sexo es reforzada y la atracción homosexual disminuye paulatinamente y llega a desaparecer, dando lugar a la atracción hacia las mujeres.
Las mujeres pueden llegar a descubrir el conflicto con sus padres u otros hombres que las ha llevado a desconfiar del amor masculino. En otros casos pueden darse cuenta de cómo la carencia de afecto maternal las ha llevado a una necesidad de amor femenino.
Todo esto requiere tiempo. Muchos pueden llegar a casarse y tener hijos. Pero nunca se debe estimular a contraer matrimonio precipitadamente, ya que hay evidencias de que el matrimonio no cura la atracción hacia el mismo sexo y puede dañar seriamente a una segunda persona.
Nunca se debe aconsejar como tratamiento el continuar dentro de la vida homosexual aún manteniéndose fiel a un compromiso. Tampoco se debe colocar a personas que son fáciles de tentar por su tendencia homosexual, en lugares que deben ser considerados como ocasión próxima de pecado para ellos, como los dormitorios colectivos, los campamentos, etc.
¿Qué dice la Iglesia Católica?
La Iglesia distingue entre la inclinación homosexual y la actividad homosexual. La primera no es pecado en sí misma (aunque inclina al pecado); la segunda sí lo es. La Iglesia condena el pecado, pero trata con misericordia al pecador.
 

 

 

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