"Dejémonos liberar de las vendas
del orgullo. Cristo no se resigna a los sepulcros que nos hemos construido con
nuestras elecciones de mal y de muerte. Él nos invita, casi nos ordena, que
salgamos de la tumba en la cual nuestros pecados nos han hundido". Así el
Papa Francisco antes del Ángelus, recitado junto a miles de peregrinos
presentes en la Plaza de San Pedro, ha comentado el Evangelio de este quinto
domingo de Cuaresma, que narra la resurrección de Lázaro. "El grito de
Jesús al amigo ¡salí afuera!", dijo el Papa, "está dirigido a cada
hombre, porque todos estamos marcados por la muerte. Es la voz de Aquel que es
el dueño de la vida y quiere que todos 'la tengan en abundancia'. Nos llama
insiste ...
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