El Papa Francisco envió su pésame a los amigos y familiares
de las tres monjas italianas asesinadas en Burundi.
Este fin de semana se encontraron los cadáveres de
Bernadetta Bogiann, de 79 años, de Lucia Pulici, de 75, y de Olga Raschietti,
de 82. Varias fuentes aseguran que fueron violadas y una de ellas decapitada.
Las tres eran misioneras javerianas. Durante siete años
ayudaron a los pobres en la región de
Buyumbura. Antes, habían trabajado en la República Democrática del Congo.
La prensa local asegura que todo comenzó con un intento de
robo. La policía ya ha arrestado a dos sospechosos
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