¿Fue esta la sábana que cubrió el
cuerpo de Jesús después de su crucifixión? ¿Es la última reliquia que dejó en
este mundo? Estas son las preguntas que se han hecho teólogos, científicos y
millones de peregrinos a lo largo de los siglos.
Lo que está claro es que las heridas
que muestra el cuerpo que está impreso en la sábana coinciden con las que
describen los evangelios. Lo más llamativo son los rastros de sangre porque han
perdurado a lo largo del tiempo.
ENRICO SIMONATO
Museo de la Sábana Santa
"Se estudió y el examen dio
positivo. Es sangre humana e incluso hemos podido saber a qué grupo pertenece:
AB”.
Lo que los científicos no tienen
claro es cómo quedó impresa la imagen del hombre sobre la sábana.
A partir de ahora la Sábana Santa se
mostrará al público en la Basílica de Turín hasta el 24 de junio y se espera
que vengan a verla más de 2 millones de peregrinos. Mide dos metros y 7
centímetros y está protegida en una vidriera que la mantiene a temperatura
constante.
El sudario es uno de los objetos más
estudiados de la cristiandad. No todos los expertos están de acuerdo con la
antigüedad de la Sábana y algunos estudios sugieren que es de época medieval.
GIAN MARÍA ZACCONE
Director científico del Museo de la
Sábana Santa
"Para los creyentes es una forma
de ver cómo fue la pasión de Cristo y de su amor por ellos. Para los otros la
Sábana ayuda a meditar sobre el sentido del sufrimiento, de la violencia, del
mal”.
La Iglesia no ha declarado la
autenticidad de la Sábana Santa pero está claro su contemplación ha marcado la
fe de muchos cristianos.
GIAN MARÍA ZACCONE
Director científico del Museo de la
Sábana Santa
"Hace años, un obispo decía: No
sé si este fue el sudario donde resucitó pero lo que puedo decir es que
seguramente muchas almas que estaban muertas han resucitado a la fe ante ella”.
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