Durante la homilía de la mañana en Casa Santa Marta, el
Papa Francisco explicó que aunque la fe puede transformar
la derrota en victoria, no es mágica. La fe, dijo, significa
tener una relación personal con Dios.
FRANCISCO
"Pidamos
al Señor que nuestra oración tenga siempre aquella raíz de fe, que nazca de la
fe en Él. La gracia de la fe: es un don la fe. No se aprende en los libros. Es
un don que te da el Señor, pero pídelo: ‘¡Dame la fe!’. ‘¡Creo, Señor!'”
Continuó diciendo que "todo lo que le pedimos
nos será dado, con la confianza que la fe en Dios nos lo dará”.
EXTRACTOS
DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente:
Radio Vaticana)
"En
aquel tiempo fue a ver a Jesús un leproso que le suplicaba de rodillas –
precisamente en un gesto de adoración – y le decía: ‘Si quieres, puedes
purificarme’. Desafía al Señor diciendo: ‘Yo soy un derrotado en la vida – el
leproso era un derrotado, porque no podía hacer vida común, era siempre
‘descartado’, puesto a parte – ¡pero tú puedes transformar esta derrota en
victoria!’. Es decir: ‘Si quieres, puedes purificarme’. Ante esto Jesús tuvo
compasión, tendió la mano, lo tocó y le dijo: ‘¡Yo lo quiero! ¡Estás
purificado!’. Así, sencillamente: esta batalla terminó en dos minutos con la
victoria; aquella otra, toda la jornada, con la derrota. Aquel hombre tenía
algo que impulsaba a ir hacia Jesús y lanzarle aquel desafío. ¡Tenía
fe!”.
"La
fe es victoria. La fe. Como este hombre: ‘Si quieres, puedes hacerlo’. Los
derrotados de la Primera Lectura rezaban a Dios, llevaban el Arca, pero
no tenían fe. Se habían olvidado de Él. Este tenía fe y cuando se pide con fe,
el mismo Jesús nos ha dicho que se mueven las montañas. Somos capaces de mover
una montaña de una parte a otra: la fe es capaz de esto. El mismo Jesús nos ha
dicho: ‘Todo lo que le pidan al Padre en mi nombre, les será dado. Pidan y les
será dado; llamen y se les abrirá’. Pero con fe. Y ésta es nuestra
victoria”.
"Pidamos
al Señor que nuestra oración tenga siempre aquella raíz de fe, que nazca de la
fe en Él. La gracia de la fe: es un don la fe. No se aprende en los libros. Es
un don que te da el Señor, pero pídelo: ‘¡Dame la fe!’. ‘¡Creo, Señor!’ dijo
aquel hombre que pedía a Jesús que curara a su hijo: ‘Te pido Señor, aumenta mi
poca fe’. La oración con la fe… y es curado. Pidamos al Señor la gracia de
rezar con fe, de tener la seguridad de que cada cosa que le pedimos a Él nos
será dada, con esa seguridad que nos da la fe. Y esta es nuestra victoria:
¡nuestra fe!”.
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