El domingo se cerró en Roma el Jubileo de los Diáconos Permanentes, hombres casados que colaboran
bautizando, proclamando el Evangelio o simplemente ayudando en las tareas de la
parroquia.
El broche fue una Misa en la Plaza de
San Pedro en la que el Papa les pidió estar disponibles a las sorpresas cotidianas de Dios y
no tener horarios.
FRANCISCO
"El siervo descuida los horarios.
A mí me hace mal al corazón cuando veo un horario en las parroquias "de
tal hora a tal hora”. ¿Y después? No hay una puerta abierta, no está el sacerdote,
no está el diácono, no hay un laico que reciba a la gente...esto hace daño”.
Francisco dijo que la mansedumbre
es una de las virtudes de los diáconos, personas que no juegan a
imitar a los sacerdotes, que deben ser discretos, pacientes, comprensivos y no
gritar jamás.
FRANCISCO
"El discípulo de Jesús no puede
caminar por una vía distinta a la del Maestro sino que, si quiere anunciar,
debe imitarlo, como hizo Pablo: aspirar a ser un siervo. Lo digo de otro modo,
si evangelizar es la misión asignada a cada cristiano en el bautismo, servir es
el estilo mediante el cual se vive la misión, el único modo de ser discípulo de
Jesús”.
Tras la Misa, Francisco quiso saludar
personalmente a algunos diáconos y a sus esposas. Eran solo una pequeña parte
de los 43.000 con los que la Iglesia católica cuenta en todo el mundo.
“La maternidad, ya desde el comienzo mismo, implica una apertura
especial hacia la nueva persona; y éste es precisamente el ‘papel’ de la mujer.
En dicha apertura, esto es, en el concebir y dar a luz el hijo, la mujer ‘se
realiza en plenitud a través del don sincero de sí’” (San Juan Pablo II –
Mulieris Dignitatem)
Este niño se llama Juan Pablo, como
el Papa Wojtyla. tiene solo 2 años y 6 meses y es el orgullo de esta familia de
Barcelona, en España.
Tiene Síndrome de Down y vivía en un
orfanato hasta que sus nuevos padres, Pili y Toni lo adoptaron con pocos meses.
Hace solo unas semanas han recibido la confirmación definitiva de su adopción.
Para celebrarlo viajaron a Roma, y cuando el Papa los vio, subió al pequeño a
su Papamóvil durante una audiencia.
PILI Y TONI
"Para nosotros ha sido como el
final del proceso de adopción, la santificación por el Santo Padre de la
adopción de nuestro hijo. Lo hemos celebrado aquí y ha sido un día muy
especial”.
"Se lo contamos al resto de
nuestros hijos, que tienen 16, 14 y 12, y tardaron dos minutos en decir que sí.
Les dijimos que pensaran que tenía Sindrome de Down, pero que no importaba, que
no pasaba nada y que se tenían que hacer responsables cuando nosotros fuéramos
mayores. Y dijeron que sí, que totalmente de acuerdo. Y ahora están muy
contentos todos”.
Esta familia no ha venido sola a
Roma. Les han acompañado sus amigos Felipe y Cynthia, que desde hace cuatro
años tienen a Bruno. Ellos conocieron la historia de Juan Pablo y propusieron a
sus amigos que lo adoptaran.
FELIPE Y CYNTHIA
"Cuando lo planteamos, ellos
enseguida respondieron y dijeron, bueno, lo vamos a pensar, a meditar...y, sí,
se animaron y la verdad es que es una experiencia fantástica”
"Son unos niños que se hacen
querer y se vuelven los protagonistas y los reyes de todas las familias. El
nuestro, ya lo veis, no para, es pura alegría y pura bondad”.
Y así se quieren el pequeño Juan
Pablo y el pequeño Bruno. Su alegría ha contagiado a las dos familias, que se
llevan de vuelta a España el recuerdo imborrable de haber visto cómo el Papa
bendecía a sus dos hijos más queridos.
Durante la misa del Corpus Christi el Papa Francisco explicó cuál es el sentido cristiano de la
expresión "partir el pan”.
FRANCISCO
"Jesús se ha dejado "partir”,
se parte por nosotros. Y pide que nos demos, que nos dejemos partir por los
demás. Precisamente este "partir el pan” se ha convertido en el icono, en
el signo de identidad de Cristo y de los cristianos”.
El Papa recordó que gracias al gesto de partir el pan, los discípulos de Emaús
reconocieron a Jesús. La "fracción del pan” es el centro de la
Iglesia.
FRANCISCO
"Se trata de la Eucaristía, que
desde el comienzo ha sido el centro y la forma de la vida de la Iglesia”.
Por eso, gracias a la fuerza de la
Eucaristía, muchos cristianos a lo largo de los siglos se han "partido”
como el propio Cristo en favor de otras personas.
FRANCISCO
"Cuántas madres, cuántos papás,
junto con el pan de cada día, cortado en la mesa de casa, se parten el pecho
para criar a sus hijos, y criarlos bien. Cuántos cristianos, en cuanto
ciudadanos responsables, se han desvivido para defender la dignidad de todos,
especialmente de los más pobres, marginados y discriminados”.
Como cada año, la ceremonia tuvo
lugar en la Basílica de San Juan de Letrán. Después de la misa, la procesión del Corpus Christi recorrió las calles de Roma hasta
la basílica de Santa María la Mayor.
Durante su homilía de este martes en
Casa Santa Marta, el Papa explicó cuál es el camino a la santidad,
algo que no se compra, se vende o se regala. Es un recorrido que requiere coraje,
recordó el Papa, y que nadie puede hacer en lugar de otra persona.
FRANCISCO
"La santidad no podemos hacerla
nosotros solos. No. Es una gracia. Ser bueno, ser santo, ir dando todos los
días un paso adelante en la vida cristiana es una gracia de Dios y debemos
pedirla. Coraje, un camino. Un camino, que se debe hacer con coraje, con la
esperanza y con la disponibilidad de recibir esta gracia. Y la esperanza: la
esperanza del camino”.
Francisco dijo que la conversión se debe hacer día a día mediante pequeñas
conversiones. Para estar por el buen camino para ser un santo,
ejemplificó el Papa, hay que evitar las ganas de hablar mal de los demás.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
"La santidad no se compra. Ni la
ganan las mejores fuerzas humanas. No, la santidad sencilla de todos los
cristianos, la nuestra, aquella que debemos hacer todos los días – afirmó el
Papa – es un camino que se puede hacer sólo si lo sostienen cuatro elementos
imprescindibles, a saber: coraje, esperanza, gracia y conversión".
"Este caminar: la santidad es un
camino, la santidad no se puede comprar, no se vende. Ni siquiera se regala. La
santidad es un camino ante la presencia de Dios, que debo hacer yo: no puede
hacerlo otro en mi nombre. Yo puedo rezar para que aquel otro sea santo, pero
el camino debe hacerlo él, no yo. Caminar ante la presencia de Dios, de modo
irreprensible. Y yo usaré hoy algunas palabras que nos enseñen cómo es la
santidad de cada día, aquella santidad – digamos – también anónima. Primero:
coraje. El camino hacia la santidad requiere coraje”.
"El Reino de los Cielos de Jesús –
repitió el Papa – es para aquellos que tienen el coraje de ir adelante” y el
coraje – observó – está movido por "la esperanza”, la segunda
palabra del itinerario que conduce a la santidad. El coraje que espera "en
un encuentro con Jesús”. Después está el tercer elemento, cuando Pedro escribe:
"Pongan toda su esperanza en aquella gracia”:
"La santidad no podemos hacerla
nosotros solos. No. Es una gracia. Ser bueno, ser santo, ir dando todos los
días un paso adelante en la vida cristiana es una gracia de Dios y debemos
pedirla. Coraje, un camino. Un camino, que se debe hacer con coraje, con la
esperanza y con la disponibilidad de recibir esta gracia. Y la esperanza: la
esperanza del camino. Es tan bello aquel capítulo XI de la Carta a los Hebreos,
léanlo. Relata el camino de nuestros padres, de los primeros llamados por Dios.
Y de cómo ellos fueron adelante. Y de nuestro padre Abraham dice: ‘Pero, él
salió sin saber adónde iba’. Pero con esperanza”.
"La conversión, todos los días:
‘Ah, Padre, para convertirme yo debo hacer penitencias, darme bastonazos…’.
‘No, no, no: conversiones pequeñas. Pero si tú eres capaz de lograr no hablar
mal de alguien, estás por el buen camino para llegar a ser santo’. ¡Es tan
simple! Yo sé que ustedes jamás hablan mal de los demás, ¿no? Pequeñas cosas…
Tengo ganas de criticar al vecino, al compañero de trabajo: morderse la lengua
un poco. Se hinchará un poco la lengua, pero su espíritu será más santo, en
este camino. Nada grande, mortificaciones: no, es sencillo. El camino de la
santidad es simple. No volver para atrás, sino ir siempre adelante, ¿no? Y con
fortaleza”.
Después de la Resurrección de Cristo,
los apóstoles recibieron el Espíritu Santo y comenzaron a predicar por el
mundo... Aunque no sin preguntas y dudas.
"Él quería una Iglesia construida
sobre una roca y lo que he hecho es confundir a los hombres que organizan o que
debaten y filosofan sobre sus palabras. Yo no soy un orador, ni tampoco un
filósofo”.
"Estoy convencida de que es por
eso por lo que él te ha elegido”.
Por eso, acuden a la Virgen María,
quien mejor conoció a Jesucristo. Este es el planteamiento de la
película "Llena de gracia” centrada en los últimos días de la
Virgen María con los apóstoles.
Reflexiva y pausada, no es una cinta
de consumo rápido. El director Andrew Hyatt propone un auténtico ejercicio de
contemplación.
"Pedro, si Él se ha marchado es
tan solo para que lo encontremos. Él lo único que quiere es que lo busquemos”.
"No consigo entenderlo”.
Es sobre todo Pedro el que busca la
guía y la sabiduría de María que, retirada un lugar tranquilo, consigue que el
apóstol comprenda y recupere la serenidad necesaria para continuar con su
misión, pese a que no siempre el camino será sencillo.
"La luz se irá apagando hasta casi
desaparecer y os sentiréis como un diminuto grano de arena en la playa. Pero la
luz nunca desaparece del todo. El camino de la fe trae consigo una promesa. La
dulce promesa de que nunca seremos abandonados”.
Durante muchas décadas tanto
creyentes como no creyentes se han interrogado sobre el papel de la mujer dentro de la Iglesia católica.
Para subrayar aún más la importancia
del debate sobre la mujer, durante este mes de mayo el Papa Francisco ha dedicado sus intenciones de oración a las
mujeres, para que sean honradas en todos los países del mundo.
FRANCISCO
Manifestad esta petición conmigo, para
que en todos los países del mundo las mujeres sean honradas y respetadas y sea
valorado su imprescindible aporte social”.
En cuanto a su papel en la Iglesia
está claro que ser un sacerdote no es la única forma de tener voz en sus
decisiones. También hay mujeres laicas que desempeñan papeles muy
concretos dentro de la Iglesia y tienen responsabilidad en tomar decisiones o
asesorar a líderes religiosos.
Un ejemplo es Margaret Doherty, directora de comunicación de la
Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales.
MARGARET DOHERTY
Conferencia Episcopal de Inglaterra y
Gales
"Hay un genio femenino, y por eso
el Papa Francisco ha hablado muchas veces sobre la necesidad de que haya más
mujeres situadas dentro de la Iglesia”.
"Es un gran honor y un gran
privilegio tener la vocación para servir a la Iglesia en comunicación”.
Es una de las dos mujeres del Reino
Unido que trabajan con los obispos y cree quela aportación de las
capacidades y la visión de las mujeres funciona siempre bien. Margaret
Doherty explica que cuando trabajan juntos "hombres y mujeres son
excepcionalmente poderosos”.
El Papa también ha subrayado la singularidad de las mujeres y los hombres. En su
última exhortación apostólica Amoris Laetitia afirma que la colaboración de
ambos géneros conduce "a una síntesis que enriquece a ambos”.
Al terminar la Misa de Pentecostésel Papa rezó el
último Regina Coeli del año desde la ventana de los apartamentos pontificios.
Desde allí Francisco recordó que la
vida cristiana debe tener consecuencias reales en la vida cotidiana de las
personas.
FRANCISCO
"El amor por una persona, también
por el Señor, se demuestra con las palabras y con los hechos. Cumplir los
mandamientos se entiende de modo existencial, de forma que toda la vida se vea
envuelta. De hecho, ser cristianos no significa pertenecer a una cultura”.
Puesto que era el día de
Pentecostés el Papa también dedicó unas palabras al
Espíritu Santo. Dijo que es un maestro que ayuda a interiorizar las
enseñanzas de Jesús y a evangelizar
La
Pastoral Juvenil de la iglesia católica exhortó a los jóvenes dominicanos a
que este 15 de mayo ejerza “el derecho al voto de manera responsable,
consciente y libre de cualquier forma de presión o manipulación”
“Nosotros
aspiramos a seguir viviendo en un país donde se respete la vida desde la
concepción hasta la muerte, como establece nuestra Constitución. Donde se
promueva y se apoye la familia, como estructura primaria de la sociedad, sobre
la base del matrimonio entre un hombre y una mujer.
Queremos
un país en el cual la corrupción sea castigada de manera severa, donde la
impunidad no tenga cabida. Para esto es necesario el fortalecimiento
institucional del Estado, respetando la independencia y las distintas competencias
de los poderes públicos”.
“La más
hermosa de todas las dudas es cuando los débiles y los desalentados levantan su
cabeza y dejan de creer en la fuerza de sus opresores”, ‘Loa de la duda’,
Bertolt Brecht.
Una parte
de los ciudadanos se siente tan asqueada de los comerciantes de la política que
muchos dicen que no van a votar el domingo, porque al fin y al cabo son “todos
iguales” y cuando suben olvidan las promesas que hicieron.
Pero
abstenerse ahora sería un error. Abstenerse o votar por gente que no vale la pena es hacerle
un gran favor a aquellos bandidos que usan la política para enriquecerse o bien
para garantizarse impunidad.
El
abstenerse a votar y no votar conscientemente, “es dejar la responsabilidad en
manos de otros”, por lo que llama a aprovechar “la oportunidad de poder hacer
valer mi dignidad y el rumbo” del país.
“No tengamos miedo de ser coherentes, no nos
quedemos solo en las prácticas religiosas que abundan en nuestras parroquias,
vayamos a vivir la fe a los diversos ámbitos de la vida cotidiana”.
No vote por amiguismo ni porque fulano va a
ganar, ni por alguien que se sabe ya incumple sus promesas, ni porque le dieron
quinientos pesos, ni por llamada hipócrita, ni por un alcalde que haya
demostrado ser incapaz, sino por quien le dicte su consciencia.
La
Federación Dominicana de Exalumnos de Don Bosco (FEDEBOSCO) invita a los dominicanos a elegir el
domingo a un candidato que dé ejemplo de virtudes humanas y cristianas, que
defienda la dignidad humana, y no hacerlo llevados por lo pasional o por
simpatías, por alguien que propicie el
aborto o la eutanasia, porque esto está en contra de nuestros principios.
"Citar
la experiencia política y el derecho al voto que es lo que nos compete en estos
días, amerita una valoración justa de lo que, como entes pensantes, busquemos
lo que conviene al país. Esto implica obviar los beneficios individuales,
dádivas, compras inmorales, oportunidades disfrazadas, actos ilícitos,
propuestas corruptas y otras hazañas, que en esta época sobreabundan",
Las elecciones constituyen el principal acto
democrático mediante el cual el
ciudadano puede elegir a las autoridades que gobernarán el país en los próximos
cuatro años. Invitamos a la comunidad
evangélicaintegrarse de manera masiva y total a votar.
Reiteramos
el ejercicio del voto consciente, votando por aquellos candidatos que hayan
demostrado en su ejercicio político estar de acuerdo con los valores,
principalmente con el derecho a la vida desde la concepción, con el matrimonio
diseñado por Dios (entre un hombre y una mujer), la defensa de la soberanía y
la identidad nacional y el rechazo a la
corrupción en todas sus formas.
Exhortamos
a la ciudadanía a no ser víctima del clientelismo político y la compra y venta
de consciencias mediante intercambios monetarios y dádivas asistencialistas
fruto de la campaña electoral. Es tiempo
de que el ciudadano dominicano comprenda la necesidad de adecentar y
mejorar el ejercicio político y elegir
aquellos que realmente tengan interés en el bien común de la nación.
Solo el
voto consciente sirve para algo.
Lo
contrario es hacer las veces de tonto útil, es afilar cuchillo para su propia
garganta, pues como dijo alguien: “Quien compra tu voto, si gana, ya no te
debe”.
No es fácil encontrar una oración distinta para cada día. La aplicación
móvil 'Mi vida en Xto' o 'Mi vida en Cristo' permite
variar la forma en la que uno se dirige a Dios.
La herramienta permite que el móvil
recuerde cada día a un hora concreta el momento de oración. El rezo se compone
de un texto con una oración inicial, un acto penitencial, una lectura bíblica,
una breve lectura espiritual, una meditación personal, la acción de gracias y
la consagración a la Virgen.
La aplicación ofrece también cada
semana una reflexión sobre virtudes escrita por el
teólogo Kenneth Pierce.
Como el domingo es un día especial en la Iglesia católica,
se puede acceder a otro artículo que reflexiona sobre el Evangelio de la misa
más importante de la semana.
'Mi vida en Xto' también está presente
en Twitter, donde los seguidores de la cuenta son informados de cada nueva
publicación, y en su página web, donde se puede rezar y leer las reflexiones con
más tranquilidad.
“La maternidad, ya desde el comienzo mismo, implica una apertura
especial hacia la nueva persona; y éste es precisamente el ‘papel’ de la mujer.
En dicha apertura, esto es, en el concebir y dar a luz el hijo, la mujer ‘se
realiza en plenitud a través del don sincero de sí’” (San Juan Pablo II –
Mulieris Dignitatem)
Después de los conmovedores testimonios que hemos oído, y a la luz de la
Palabra del Señor que ilumina nuestra situación de sufrimiento, invocamos ante
todo la presencia del Espíritu Santo para que venga sobre nosotros. Que él
ilumine nuestras mentes, para que podamos encontrar palabras adecuadas que den
consuelo; que él abra nuestros corazones para que podamos tener la certeza de
que Dios está presente y no nos abandona en las pruebas. El Señor Jesús
prometió a sus discípulos que nunca los dejaría solos: que estaría cerca de
ellos en cualquier momento de la vida mediante el envío del Espíritu Paráclito
(cf. Jn 14,26), el cual los habría ayudado, sostenido y consolado.
En los momentos de tristeza, en el sufrimiento de la enfermedad, en la
angustia de la persecución y en el dolor por la muerte de un ser querido, todo
el mundo busca una palabra de consuelo. Sentimos una gran necesidad de que
alguien esté cerca y sienta compasión de nosotros.
Experimentamos lo que significa estar desorientados, confundidos,
golpeados en lo más íntimo, como nunca nos hubiéramos imaginado. Miramos a
nuestro alrededor con ojos vacilantes, buscando encontrar a alguien que pueda
realmente entender nuestro dolor. La mente se llena de preguntas, pero las
respuestas no llegan. La razón por sí sola no es capaz de iluminar nuestro
interior, de comprender el dolor que experimentamos y dar la respuesta que
esperamos. En esos momentos es cuando más necesitamos las razones del corazón,
las únicas que pueden ayudarnos a entender el misterio que envuelve nuestra
soledad.
Vemos cuánta tristeza hay en muchos de los rostros que encontramos.
Cuántas lágrimas se derraman a cada momento en el mundo; cada una distinta de
las otras; y juntas forman como un océano de desolación, que implora piedad,
compasión, consuelo. Las más amargas son las provocadas por la maldad humana:
las lágrimas de aquel a quien le han arrebatado violentamente a un ser querido;
lágrimas de abuelos, de madres y padres, de niños... Hay ojos que a menudo se
quedan mirando fijos la puesta del sol y que apenas consiguen ver el alba de un
nuevo día. Tenemos necesidad de la misericordia, del consuelo que viene del
Señor. Todos lo necesitamos; es nuestra pobreza, pero también nuestra grandeza:
invocar el consuelo de Dios, que con su ternura viene a secar las lágrimas de
nuestros ojos (cf. Is 25,8; Ap 7,17; 21,4).
En este sufrimiento nuestro no estamos solos. También Jesús sabe lo que
significa llorar por la pérdida de un ser querido. Es una de las páginas más
conmovedoras del Evangelio: cuando Jesús, viendo llorar a María por la muerte
de su hermano Lázaro, ni siquiera él fue capaz de contener las lágrimas.
Experimentó una profunda conmoción y rompió a llorar (cf. Jn 11,33-35). El
evangelista Juan, con esta descripción, muestra cómo Jesús se une al dolor de
sus amigos compartiendo su desconsuelo. Las lágrimas de Jesús han desconcertado
a muchos teólogos a lo largo de los siglos, pero sobre todo han lavado a muchas
almas, han aliviado muchas heridas. Jesús también experimentó en su persona el
miedo al sufrimiento y a la muerte, la desilusión y el desconsuelo por la
traición de Judas y Pedro, el dolor por la muerte de su amigo Lázaro. Jesús «no
abandona a los que ama» (Agustín, In Joh 49,5). Si Dios ha llorado, también yo
puedo llorar sabiendo que se me comprende. El llanto de Jesús es el antídoto
contra la indiferencia ante el sufrimiento de mis hermanos. Ese llanto enseña a
sentir como propio el dolor de los demás, a hacerme partícipe del sufrimiento y
las dificultades de las personas que viven en las situaciones más dolorosas. Me
provoca para que sienta la tristeza y desesperación de aquellos a los que les
han arrebatado incluso el cuerpo de sus seres queridos, y no tienen ya ni
siquiera un lugar donde encontrar consuelo. El llanto de Jesús no puede quedar
sin respuesta de parte del que cree en él. Como él consuela, también nosotros
estamos llamados a consolar.
En el momento del desconcierto, de la conmoción y del llanto, brota en
el corazón de Cristo la oración al Padre. La oración es la verdadera medicina
para nuestro sufrimiento. También nosotros, en la oración, podemos sentir la
presencia de Dios a nuestro lado. La ternura de su mirada nos consuela, la
fuerza de su palabra nos sostiene, infundiendo esperanza. Jesús, junto a la
tumba de Lázaro, oró: « Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé
que tú me escuchas siempre» (Jn 11,41-42). Necesitamos esta certeza: el Padre
nos escucha y viene en nuestra ayuda. El amor de Dios derramado en nuestros
corazones nos permite afirmar que, cuando se ama, nada ni nadie nos apartará de
las personas que hemos amado. Lo recuerda el apóstol Pablo con palabras de gran
consuelo: «¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la
angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la
espada? [...] Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha
amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni
principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad,
ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en
Cristo Jesús, nuestro Señor» (Rm 8,35.37-39). El poder del amor transforma el
sufrimiento en la certeza de la victoria de Cristo, y de la nuestra con él, y
en la esperanza de que un día estaremos juntos de nuevo y contemplaremos para
siempre el rostro de la Santa Trinidad, fuente eterna de la vida y del amor.
Al lado de cada cruz siempre está la Madre de Jesús. Con su manto, ella
enjuga nuestras lágrimas. Con su mano nos ayuda a levantarnos y nos acompaña en
el camino de la esperanza.
Como es posible que las personas
estén ciegas ante esta situación acaso no pueden ver las cosas que pasan o es
que se hacen los locos solo porque hay AVIVAMIENTO eso es lo que los mantiene
pero lejos de ello solo es emotividad sensacionalismo.
Abby Johnson dedicó casi una década
de su vida a trabajar para una clínica de Planned Parenthood en
Texas (Estados Unidos). Tardó poco en conseguir el éxito. Tras
muchos nombramientos como 'empleada del año' logró convertirse en directora de
la clínica.
ABBY JOHNSON
Autor, 'The Walls are Talking'
"La empresa filial con la que
trabajaba estaba creando uno de los centros abortivos más grandes del hemisferio
occidental. Eso me preocupaba solo por el volumen de abortos que esperaban
realizar. Teníamos capacidad para hacer 75 abortos, seis días a la semana”.
Su percepción cambió definitivamente
en 2009, cuando se le pidió asistir a un aborto con una guía ultrasonido. Fue testigo de cómo un bebé de 13 semanas luchaba por su vida.
El impacto de ver cómo fue extraido del vientre de su madre dejó una huella
profunda en su memoria.
ABBY JOHNSON
Autor, 'The Walls are Talking'
"Creo que el gran malentendido
sobre Planned Parenthood es pensar que el aborto supone solo un pequeño
porcentaje de lo que se hace. Siempre lo cifran en un 3% y sabemos que Planned
Parenthood realiza aproximadamente 335.000 abortos cada año. Eso
claramente no es el 3%”.
Tras reflexionar sobre su
situación, Abby Johnson pronto se vio a sí misma en el
otro extremo. Por eso ha escrito un libro para contar sus
experiencias mientras trabajaba allí con otros trabajadores de la clínica. Se titula 'The Walls Are Talking' o 'Las paredes están hablando'.
ABBY JOHNSON
Autor, 'The Walls are Talking'
"No entré en Plammed Parenthood
porque quisiera vender el aborto o llevar a las mujeres hacia el aborto. Lo
hice porque creía que intentábamos reducir el número de abortos y prevenirlos”.
Hoy, comparte
su mensaje por todo el mundo y ha encontrado la motivación para educar al
público en los temas Pro-vida. Es la fundadora de la organización
'And Then There Were None', una manera de ayudar a los trabajadores de clínicas
abortivas a salir de la industria.