Después de servir en las Fuerzas Aéreas Americanas, la vida
de Michael James Mette cambió por completo. Estudió Teología y se dedicó
durante diez años a hablar de Dios a los jóvenes. En ese tiempo descubrió que
podía compartir el Evangelio a través de una de sus grandes pasiones, con la
música.
En 2010 lanzó su primer disco. "Always what I need”,
"Siempre lo que necesito”, invitaba a creer en la Providencia de Dios.
Su último álbum, "Bring forth the light”, "Saca la
luz”, salió en 2012. Refleja una visión más madura de la fe católica. Al ritmo
de una guitarra eléctrica Michael James Mette canta sobre el amor, la vida o la
eternidad.
Ahora recorre los EEUU de escenario en escenario. Pero antes
de subirse a ellos necesita la aprobación de un jurado muy especial.
"Familia, vamos a estirar la mano y tenéis que decidir
con el pulgar hacia arriba si el disco es bueno y con el pulgar hacia abajo si
el disco es malo. ¿Vale? A la de tres. O el pulgar de lado ¿Preparados? A la de
tres: uno, dos, tres. ¡Vale, bien, bien!”
Otro de los empeños de Michael James Mette es hablar de Dios
a los más jóvenes. Acude a colegios e institutos para hablar de la presencia de
Dios en el mundo a través de sus ritmos pegadizos.
Su último proyecto no está relacionado con la música pero sí
con su vida personal. Prepara un libro junto a su mujer en el que cuentan cómo
han tomado las decisiones más importantes de sus vidas.
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