Estamos en Roma, una ciudad llena de historia y de obras de
arte conocidas en el mundo entero. Pero muy pocos conocen este pequeño museo
dedicado a las almas del Purgatorio.
Está a orillas del Tíber, en la única iglesia de estilo
neogótico que hay en Roma. Se trata de una de las colecciones más originales de
la ciudad eterna.
El padre Jouet, primer párroco de esta iglesia, se dedicó a
difundir la devoción a las almas del Purgatorio. Por eso decidió recorrer
Europa en busca de testimonios sobre las visitas que las almas del Purgatorio
hacen a los vivos para pedirles oraciones.
Padre Mario Di Ianni
Misionero del Sagrado Corazón del Sufragio
El museo del Purgatorio, como acertadamente se le llama, es
la colección de documentos sobre apariciones en toda Europa de las almas del
Purgatorio que pedían oraciones.
Así se puede ver la marca de fuego que dejó la difunta
Palmira Rastelli, en 1871, sobre un libro. Con esta aparición pedía que se
ofrecieran varias Misas por su alma. O este otro objeto, se trata de la huella
de la mano de la difunta Luisa LeSenèchal en el gorro de noche de su marido. Le
visitó en 1875 para pedirle que rezara por ella.
Padre Mario Di Ianni
Misionero del Sagrado Corazón del Sufragio
Nuestro hermano recogió todos estos testimonios para
difundir la devoción a las almas del Purgatorio. Esto es, la oración por
aquellos que están en el Purgatorio y que todavía no pueden entrar en el cielo.
Este es el objetivo del museo: reavivar la antiquísima
tradición cristiana de rezar por las almas de los difuntos que tienen que
purificarse antes de entrar en el cielo. Una devoción acogida por la Iglesia
que nada tiene que ver con fenómenos extraordinarios o paranormales.
Padre Mario Di Ianni
Misionero del Sagrado Corazón del Sufragio
Muestra objetos personales que no interfieren para nada en
la fe. Creemos en el Purgatorio porque es un dogma de fe. Estos documentos ni
la aumentan ni la disminuyen. Pero nos recuerdan la realidad del Purgatorio y
de las almas que habitan en él. Esto es lo importante.
Un pequeño museo en memoria de aquellos que todavía no
pueden ver al Señor y que agradecen una ayuda.
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