Francisco denunció de nuevo la corrupción política. Dijo que
es como el "mal aliento” porque "quien lo tiene, es difícil que se dé
cuenta”, pero lo notan quienes lo rodean. Señaló que "la complicidad de
los responsables públicos con los poderes fuertes" provoca una
"escandalosa” concentración de la riqueza.
El Papa también denunció otros problemas en un extenso
discurso ante juristas de la Asociación Internacional de Derecho Penal.
Por un lado alertó contra los que desde la política o desde
los medios de comunicación, incitan a la violencia y buscan "chivos
expiatorios” sobre los que descargar la culpa.
FRANCISCO
"La realidad muestra que la existencia de instrumentos
legales y políticos necesarios para afrontar y resolver conflictos, no ofrece
garantías suficientes para evitar que a algunos individuos se les culpe de los
problemas de todos”.
Francisco también denuncia que "algunos Estados y sus
agentes” condenan a muerte de modo encubierto e ilegal.
Dijo que se trata de "homicidios deliberados” que a
menudo se presentan como "consecuencias indeseadas de un uso razonable de
la fuerza”
Según el Papa, otra situación "grave en algunos países”
son las "condiciones deplorables” de las cárceles. Reconoce que aunque en
ocasiones se debe a que no hay infraestructuras suficientes, a veces son
resultado de un "ejercicio arbitrario y despiadado del poder”.
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