Han llegado de toda Europa para
encontrarse con el Papa. Son más de 9.000 monaguillos y han esperado
valientemente bajo el sol a que empezara el encuentro. El Papa ha paseado en papamóvil saludándoles y bendiciéndoles. Después
ha comenzado la oración de vísperas.
Francisco les ha dicho que para
fortalecer su relación con Dios no deben separarse de Él.
FRANCISCO
"La proximidad y la familiaridad
con Jesús en la Eucaristía sirviendo el altar se convierte también en una
oportunidad para abrirse a los demás, para caminar juntos, para marcarse metas
comprometidas y encontrar la fuerza para alcanzarlas”.
El Papa habló de Isaías ya que el
encuentro lleva por lema "Aquí estoy, envíame a mí”. Explicó que aunque
Dios se le reveló, él decidió alejarse. Francisco les dijo que no
deben mantener la fe para sí mismos ni encerrarse. La fe debe
empujarles a buscar el encuentro con los demás para transmitirles su alegría.
FRANCISCO
"Qué bello es descubrir que la fe
nos hace salir de nosotros mismos, de nuestro aislamiento y que, precisamente
rebosantes de la alegría de ser amigos de Cristo, el Señor, nos mueve hacia los
demás, convirtiéndonos naturalmente en misioneros”.
También les dijo que Dios no es alguien inalcanzable que está en un trono elevado sino
que Dios se hace presente y cercano en la Eucaristía a través de la que
transmite su misericordia y su fuerza.
FRANCISCO
"Es fuente de verdadera alegría
reconocerse pequeño y débil, pero saber que, con la ayuda de Jesús, podemos ser
revestidos de fuerza y emprender un gran viaje en la vida a su lado”.
Esta peregrinación internacional a
Roma tiene lugar cada 5 años con jóvenes acólitos llegados de más de 20 países
de Europa.
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