DENVER, 10
Jul. 14 / 07:01 am (ACI/EWTN Noticias).- El experto de la Universidad de
Texas (Estados Unidos) Mark Regnerus, autor de uno de los más importantes
estudios sobre el tema, criticó las “serias debilidades metodológicas” del
Estudio Australiano de Salud Infantil en Familias del Mismo Sexo, desarrollado
por científicos de la Unviersidad de Melbourne y presentado recientemente, que
pretende validar la adopción gay.
El estudio, que ha recibido amplia cobertura y celebración
en la prensa secular, concluye que los hijos de parejas del mismo sexo “les va
bien en la mayoría de medidas de salud y bienestar infantil, y demuestran
mayores niveles de cohesión familiar que las muestras de población”.
Diversos medios de comunicación acogieron el estudio con
titulares a favor de la adopción gay. El Washington Post de Estados Unidos, por
ejemplo, tituló “Los niños de parejas del mismo sexo son más felices y más
saludables que sus pares, muestra estudio”.
Sin embargo, Mark Regnerus, autor de un importante estudio
que reveló que los niños criados por parejas homosexuales enfrentan mayores
dificultades en su adultez, con una muestra de 3 mil personas, advirtió que la
investigación australiana “solo estudia las vidas y experiencias de la élite
LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)”.
En un artículo publicado en el sitio web Public Discourse,
de The Witherspoon Institute, titulado “¿Es la paternidad homosexual mejor para
los niños? El nuevo estudio australiano no nos lo puede decir”, Regnerus
criticó, entre otras cosas, que la muestra no fue aleatoria.
“Ellos saben que una muestra aleatoria es mejor, pero citan
‘limitaciones de costos’ y ‘limitaciones de dificultades de investigación’ para
justificar su decisión de usar una muestra conveniente”, dijo.
“No acuso de mala voluntad al equipo de investigación; la
recopilación de datos no es una tara simple. No impugnaré las motivaciones del
autor y sus colaboradores. Esas varían ampliamente, y cada uno tiene sus
propias. No me importa la fuente de financiamiento. Pero el estudio merece
algunos comentarios críticos”, apuntó.
Regnerus criticó la metodología del estudio, en el que se
reconoce que “la muestra conveniente fue reclutada usando técnicas de
reclutamiento tradicionales y online, accediendo a padres atraídos por el mismo
sexo a través de medios informativos, eventos comunitarios y grupos
comunitarios. Trescientos nueve padres elegibles contactaron a los
investigadores”.
El científico estadounidense advirtió que “esta no es la
forma de construir un sentido de hogar homosexual promedio con niños. Comparar
los resultados de una muestra tan inusual con la de una muestra basada en la
población es simplemente ciencia sospechosa Y puedo estar diciéndolo muy
suavemente”.
Regnerus advirtió que “hasta que los científicos sociales
decidan hacer el difícil, caro trabajo de localizar padres atraídos por el
mismo sexo (como sean definidos), a través de estrategias de muestreo basadas
en la población, aleatorias (…) simplemente no podemos saber si afirmaciones
como ‘sin diferencia’ o ‘más felices y saludables que’ son verdaderas, válidas
y sobre el objetivo”.
“Esta muestra no aleatoria refleja a aquellos que
activamente buscaron participar en el estudio, con motivaciones personales y
políticas incluidas. En un ambiente tan cargado, el público –incluyendo jueces
y los medios de comunicación– harían bien en exigir diseños de investigación de
mejor calidad, no solo resultados que ellos aprueben”.
El investigador destacó que otra razón para ser escéptico
con el estudio australiano es que los participantes, “padres informando sobre
la vida de sus hijos, están al tanto de la importancia política del tema de
estudio, y un número desconocido de ellos ciertamente se inscribieron por esa
misma razón”.
“Como resultado, es poco sensato confiar en sus
auto-informes, dado el alto riesgo de ‘sesgo de conveniencia social’, o la
tendencia a retratarse a uno mismo (o aquí, al hijo de uno) como mejor de lo
que ellos realmente son”.
Regnerus criticó además que el estudio australiano “incluye
muchos niños nacidos en formas comparativamente nuevas” como son la tecnología
de reproducción asistida y los vientres de alquiler, que no suman en el caso de
Estados Unidos ni el 1 por ciento de los niños nacidos al año.
“En este estudio, como en mucho del movimiento a favor del
matrimonio homosexual, el público es dirigido solo hacia las vidas y experiencias
de la élite LGBT. Aquellos con medios más modestos están desaparecidos en
acción”.
A pesar de los estudios “defectuosos”, Regnerus cuestionó
“¿qué sabemos con confianza (sobre los niños criados por parejas
homosexuales)?”.
Lo que sabemos, indicó, es que “la paternidad homosexual es
rara. Menos del 2 por ciento de los estadounidenses encajan en esa descripción.
Entre los hogares homosexuales que quieren niños, la población más apta para la
reproducción asistida –mujeres educadas, blancas– es actualmente el grupo
demográfico menos interesado en tener niños”.
Otra cosa conocida con certeza por los científicos sociales,
dijo, es que “los niños van mejor en un ambiente de estabilidad en el hogar” y
recordando su estudio sobre “nuevas estructuras familiares”, Regnerus apuntó
que “la estabilidad estaba largamente ausente cuando un niño ya adulto reportó
una relación de padres homosexuales”.
“Por lo tanto, sus experiencias de vida (de los niños
criados por padres homosexuales) eran, en promedio, notablemente más
desafiantes que aquellas de sus pares con padres y madres casados. Algunos
críticos sintieron que esta era una comparación ‘injusta’. Pero si la realidad
social es injusta, no hay mucho que cualquier sociólogo pueda hacer al
respecto”.
Sin embargo Regnerus expresó su preocupación porque “en una
nación que parece estarse convirtiendo rápidamente en una gran escuela
secundaria, la evidencia parece ya no importar más. Solo las alianzas
importan”.
“En mi corta carrera legal, vi al juez Bernard Friedman de
la Corte Distrital de Estados Unidos desechar mi Estudio de Nuevas Estructuras
Familiares y los análisis de datos de mis colegas de censos de Estados Unidos y
Canadá, prefiriendo parecer moderno en sus cenas, tirando nuestra evidencia
bajo el bus en vez de responder a ella”, recordó.
0 comentarios :
Publicar un comentario