ROMA, 18 Oct. 14 / 06:53 pm (ACI).- El Sínodo Extraordinario
de los Obispos dio a conocer el documento final que contiene las conclusiones
de los debates de los padres sinodales en el Vaticano. En el texto, los
prelados agradecen la fidelidad de las familias del mundo que son “la escuela
de humanidad” a la que la Iglesia alienta y acompaña. A diferencia del primer
texto que causó controversia por una mala traducción, el que se ha dado a
conocer hoy permite una visión más clara y amplia de lo que los prelados han
analizado durante dos semanas.
El informe final del Sínodo ha sido votado párrafo a párrafo
por los Obispos, y –por decisión del Papa–el resultado de cada votación ha sido
hecho público, proporcionando así una mirada en el pensamiento de los Padres
Sinodales.
A pesar de que todos los números han obtenido la mayoría de
los votos, no todos han alcanzado la “mayoría calificada” de dos tercios, que,
de acuerdo a las normas del Sínodo, son necesarias para afirmar que el Sínodo
ha aprobado oficialmente un párrafo.
Siendo los Padres Sinodales votantes 181 (de 193), la
mayoría es 93, mientras que la mayoría calificada se alcanza con 123 votos.
En diálogo con los periodistas en conferencia de prensa, el
P. Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede,
subrayó sin embargo que la interpretación de los votos debe ser, a su modo de
ver, más matizada, ya que “este Sínodo fue solo un paso en miras al próximo
Sínodo de la Familia” y, por esta razón, “los párrafos que no han conseguido la
así llamada ‘mayoría calificada’ no pueden ser considerados como desestimados,
sino mayormente párrafos que no son lo suficientemente maduros para obtener un
amplio consenso de la asamblea”.
Una mirada general al informe final
El informe final está dividido en tres partes, cuyos títulos
son “La escucha: El contexto y los desafíos en la familia”; “La mirada de
Cristo: El evangelio de la familia”; “La aplicación: Perspectivas pastorales”.
Los 62 párrafos del documento citan muchas veces el
Evangelio y las Sagradas Escrituras, que era lo que faltaba en la “Relatio post
disceptationem”, de acuerdo a las críticas en los círculos menores.
Otro resultado de las sugerencias de los círculos menores es
la constante referencia a los testimonios positivos que el modo de vida y las
familias cristianas pueden dar a la sociedad actual.
La fuerte postura contra organizaciones internacionales que
condicionan las ayudas financieras a la introducción de leyes a favor del
“matrimonio” homosexual han sido aclaradas y subrayadas en un párrafo
específico, mientras que, en el informe intermedio, se había incluido en un
párrafo amplio.
A primera vista, todas las preocupaciones expresadas por los
círculos menores han sido tomadas en consideración.
El P. Federico Lombardi indicó que “ha habido 470 propuestas
de modificación” al informe intermedio, por parte de los círculos menores.
Los divorciados en nueva unión. Consideración pastoral, pero
algunos puntos por aclarar
Debido a que los párrafos referentes a los divorciados en
nueva unión y los homosexuales fueron los más controversiales e impugnados del
informe intermedio, los párrafos sobre esos temas, en el informe final, han
sido ligeramente modificados, aunque aún así no consiguieron un amplio
consenso.
En lo que respecta a los divorciados en nueva unión, casi
todos los Padres Sinodales estuvieron de acuerdo en que “la pastoral de la
caridad y misericordia tiende a la recuperación de las personas y la relación”
y que cada familia debe ser escuchada con respeto y amor.
El consenso es ligeramente menor cuando el documento señala
que “los Padres Sinodales recomiendan nuevos caminos pastorales, que pueden
comenzar por la realidad efectiva de la fragilidad de las familias, siendo
conscientes de que estas fragilidades son soportadas con sufrimiento y no
elegidas con completa libertad”.
Hubo aún menos consenso cuando el informe final habló sobre
acelerar los procedimientos para la declaración de nulidad de matrimonios.
Mientras que tuvo un muy amplio consenso el párrafo que señala que “las
personas divorciadas, pero no en nueva unión, que frecuentemente dan testimonio
de fidelidad matrimonial, deben ser alentadas a encontrar en la Eucaristía el
alimento que puede sostenerlos en su condición”.
El informe sin embargo señala que “un discernimiento
peculiar” debe ser puesto en acción para el acompañamiento pastoral de
separados, divorciados, abandonados; enfocándose sobre la situación peculiar de
aquellos que deben romper la convivencia debido a que son víctimas de violencia;
y subraya que los divorciados en nueva unión no se deben sentir
“discriminados”, y que su participación en la vida de la comunidad “debe ser
promovida”, ya que “cuidando de ellos no es para la comunidad cristiana un
debilitamiento en la fe y en el testimonio de la indisolubilidad del
matrimonio”.
El párrafo sobre el acceso a la comunión para los
divorciados en nueva unión no alcanzó el consenso de los dos tercios de los
Padres Sinodales, aunque consiguió la mayoría de los votos.
El párrafo que describe las dos líneas del Sínodo sobre el
acceso a la Comunión para los divorciados en nueva unión –uno para la actual
disciplina para el acceso a los Sacramentos para los divorciados en nueva
unión; el otro para una apertura, bajo determinadas condiciones- ha obtenido
104 “sí” y 74 “no”.
El informe luego presiona por un “estudio a mayor
profundidad” de las diferencias entre la Comunión espiritual y sacramental,
dejando así el tema suspendido. El párrafo obtuvo 112 sí y 64 no.
También un párrafo respecto a las parejas homosexuales no
obtuvo la mayoría calificada necesaria.
El párrafo 55 describe la situación sobre las familias con
hijos homosexuales, y preguntó qué cuidado pastoral poner en acción, citando
también un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el
proyecto de reconocimiento legal de las uniones homosexuales. El párrafo ha
sido, sin embargo, considerado vago, y obtuvo solo 118 sí y 62 no.
En lo que todos los Padres Sinodales están de acuerdo: Se
necesita más educación
Hay sin embargo un solo párrafo que obtuvo el consenso por
unanimidad de los Padres Sinodales, y es el párrafo 2.
En este, se señala que “a pesar de las muchas señales de
crisis de la institución de la familia en los contextos diversos de la ‘aldea
global’, el deseo de una familia aún está vivo, especialmente entre los
jóvenes, y motiva a la Iglesia, experta en humanidad y fiel a su misión, a
anunciar incansablemente y con profunda convicción, el Evangelio de la
Familia”.
El informe final provee una instantánea bastante similar a
la del informe intermedio sobre la situación de la familia, pero también fijó
la mirada en los positivos testimonios de familias, y también menciona a los
abuelos.
El informe final también hace referencia a la importancia de
la vida afectiva.
“El peligro individual y el riesgo de vivir egoístamente son
relevantes. El desafío de la Iglesia es ayudar a las parejas en la maduración
de su dimensión espiritual, y en el desarrollo afectivo, a través de la
promoción del diálogo, de la virtud y de la confianza en el amor misericordioso
de Dios”, se lee en el informe final.
En general, los párrafos basados sobre las Sagradas
Escrituras y que proveen citas de documentos magisteriales han ganado amplio
consenso entre los Padres.
El informe final también enfatiza la necesidad de una
recepción positiva de la “Humanae Vitae”, la encíclica de Pablo VI sobre el
control de la natalidad, que resaltó muchos aspectos positivos de la vida
familiar, y reafirmó la doctrina de la Iglesia.
La educación siempre ha sito un desafío prioritario, y fue
destacado desde la publicación del documento de trabajo del Sínodo, y esta es
la razón por la que los dos últimos párrafos de las declaraciones finales se
enfocan en el tema.
El “desafío educativo” es uno de los “desafíos fundamentales
de las familias”, y la Iglesia “apoya a las familias, comenzando en la
iniciación cristiana, a través de comunidades de acogida”.
“Hoy más que antes, se requiere que la Iglesia apoye a los
padres en su compromiso educativo, acompañando a los niños, adolescentes y
jóvenes en su crecimiento, a través de caminos personalizados capaces de
introducirlos al completo sentido de la vida, e inspirando opciones y
responsabilidad, vividas a la luz del Evangelio”, dice el informe final.
Hacia el 2015