En Navidad es fácil dejarse llevar por las prisas y olvidar
lo importante. Para centrarse en la clave de estas fechas, el Papa ofrece una
guía para no perder el norte. Dice que lo primero es hacer espacio para el Niño
que va a nacer.
FRANCISCO
17 de diciembre
"Cada familia cristiana, como hicieron María y José,
puede recibir a Jesús, escucharlo, hablar con Él, estar con Él, protegerlo,
crecer con Él; y así mejorar el mundo. Hagamos espacio en nuestros corazones y
en nuestros días al Señor”.
La Navidad es un tiempo para alegrarse y compartir esta
alegría con fiestas, pero las comidas y las cenas no son lo más importante.
FRANCISCO
14 de diciembre
" 'Padre, nosotros organizamos un festín, todos
contentos'. Esto es bonito, un festín está bien pero esta no es la alegría
cristiana de la que hablamos hoy”.
Pero sobre todo, si algo no es la Navidad es una fiesta del
consumismo desmedido. El Papa advierte contra este peligro en el que es tan
fácil caer.
FRANCISCO
22 de diciembre
"Que la Santa Navidad no sea nunca una fiesta del
consumismo comercial, de la apariencia, de los regalos inútiles, o del
desperdicio superfluo. Si no que sea una fiesta de la alegría, de acoger al
Señor en el pesebre y en el corazón”.
Y cuando el corazón está preparado y ha comprendido que la
Navidad no es gastar sin sentido, el Papa explica lo que significa este tiempo
del año.
FRANCISCO
22 de diciembre
"Esto es la verdadera Navidad: la fiesta de la pobreza
de Dios que se despojó de sí mismo tomando la naturaleza de esclavo; de Dios
que sirve en la mesa; de Dios que se esconde a los intelectuales y sabios y que
se revela a los pequeños, sencillos y pobres”.
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