Lágrimas de Navidad, lágrimas del Niño Jesús por un mundo
sacudido por violencias e injusticias. En su mensaje Urbi e Orbi, el Papa
Francisco encomendó a Jesús – salvación para todas las personas y todos los
pueblos – el dolor de los que sufren por guerras; a los hermanos y hermanas de
Irak y Siria que sufren una persecución brutal; a los prófugos, refugiados, que
no reciben ayuda. Pidió confianza para Oriente Medio, por el diálogo entre
israelíes y palestinos; invocó paz y reconciliación para Ucrania, Nigeria y
otros países africanos como Libia, Sudán del Sur, la República Centroafricana y
varias regiones de la República Democrática del Congo. En el corazón del Papa
también los menores víctimas de vi .
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