La alegría de la Iglesia es ser madre, ir a buscar a las
ovejas perdidas. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina
celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. El Obispo de Roma reafirmó
que a la Iglesia no le sirve tener “un organigrama perfecto” si después es un
ambiente triste y cerrado, si no es madre. De ahí la invitación del Pontífice a
ser “cristianos alegres” con la “consolación de la ternura de Jesús”.
“Abrir las puertas a la consolación del Señor”. Francisco se
inspiró en su homilía partiendo de la primera lectura en la que el profeta
Isaías habla del fin de la tribulación de Israel después del exilio en
Babilonia. “El pueblo – comentó el Papa – tiene necesidad de ...
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