Si el gran Jubileo de la Misericordia se pudiera concretar en
un momento, un gesto o una imagen, esta podría ser la confesión.
FRANCISCO
"Dios nos comprende, nos espera,
no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él con el corazón arrepentido”.
Por eso uno de los momentos clave del Jubileo podría ser el tiempo de Cuaresma,
un período que los católicos dedican a examinar sus vidas, un período de
conversión.
FRANCISCO
"¡Cuánta gente necesita que sus
heridas sean curadas! Ésta es la misión de la Iglesia”.
En el 2016 la Cuaresma comenzará el 10 de febrero y en el Vaticano se está estudiando
cómo realzar este momento donde el confesionario se convierte en
uno de los sitios clave.
La idea que se llevará a cabo es la
de traer a la basílica de San Pedro los restos de dos grandes confesores: San
Leopoldo y San Pío.
P. CARLO CALLONI
Postulador General OFM Capuchinos
"Al Padre Pío lo acosaba el
demonio. Le pegaba precisamente porque reconciliaba a las almas con Dios.
FLASH. Los que iban a confesarse con san Leopoldo a veces quedaban extrañados
al ver la silla vacía... y a san Leopoldo de rodillas, en el lugar del
penitente, para escuchar la confesión y ayudarle a sentirse acogido”.
Ambos santos confesores eran capuchinos
y vivieron los peores momentos del siglo XX europeo: las dos guerras mundiales. Su fama de
santidad era tan notoria que la gente hacía fila para confesarse ante
ellos.
Francisco desea que ambos se
conviertan protagonistas del Año de la Misericordia.
No serán los únicos pero sí principales tanto para los peregrinos, para
recordarles la importancia de la confesión, como para los sacerdotes, para que
sigan su ejemplo.
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