miércoles, 30 de septiembre de 2015

Los dos grandes confesores elegidos para el Jubileo de la Misericordia: San Pío y San Leopoldo




Si el gran Jubileo de la Misericordia se pudiera concretar en un momento, un gesto o una imagen, esta podría ser la confesión.

FRANCISCO
"Dios nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él con el corazón arrepentido”.

Por eso uno de los momentos clave del Jubileo podría ser el tiempo de Cuaresma, un período que los católicos dedican a examinar sus vidas, un período de conversión.

FRANCISCO
"¡Cuánta gente necesita que sus heridas sean curadas! Ésta es la misión de la Iglesia”.

En el 2016 la Cuaresma comenzará el 10 de febrero y en el Vaticano se está estudiando cómo realzar este momento donde el confesionario se convierte en uno de los sitios clave

La idea que se llevará a cabo es la de traer a la basílica de San Pedro los restos de dos grandes confesores: San Leopoldo y San Pío.

P. CARLO CALLONI
Postulador General OFM Capuchinos
"Al Padre Pío lo acosaba el demonio. Le pegaba precisamente porque reconciliaba a las almas con Dios. FLASH. Los que iban a confesarse con san Leopoldo a veces quedaban extrañados al ver la silla vacía... y a san Leopoldo de rodillas, en el lugar del penitente, para escuchar la confesión y ayudarle a sentirse acogido”.

Ambos santos confesores eran capuchinos y vivieron los peores momentos del siglo XX europeo: las dos guerras mundiales. Su fama de santidad era tan notoria que la gente hacía fila para confesarse ante ellos. 


Francisco desea que ambos se conviertan protagonistas del Año de la Misericordia. No serán los únicos pero sí principales tanto para los peregrinos, para recordarles la importancia de la confesión, como para los sacerdotes, para que sigan su ejemplo. 

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