viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Puede un político tener éxito y seguir siendo católico?






Cuando Francisco hable ante el Congreso de los Estados Unidos, estará ante un público familiar con su mensaje. En torno a nueve de cada diez miembros del Congreso son cristianos, y casi un tercio, católicos.

Los políticos del Congreso son sólo una mínima parte de los políticos católicos del país. Hay miles de concejales, alcaldes, legisladores estatales y gobernadores que se consideran católicos.

Lo curioso es que aunque conozcan las ideas del Papa, a menudo sus programas políticos las ignoran. 

Por eso, el discurso del Papa podría resultarles un poco molesto. Y es que ser fiel a la propia religión es un reto para cualquier político.

MICHAEL DRIESSEN
John Cabot University (Italia)
"Creo que las prioridades que el Papa se ha dado, sus consecuencias y su modo de ejercer el liderazgo, han puesto en marcha un debate político real”. 

Francisco está hablando con fuerza de muchos temas, desde el calentamiento global, al aborto, o la pena de muerte.

Hay pocos políticos católicos que se comprometan con todos estos temas. La preguntas es si eso los hace malos católicos. 

Obviamente depende de la gravedad de la cuestión y de su responsabilidad directa. La posición de un líder sobre el aborto es moralmente mucho más relevante que su opinión sobre un plan urbanístico.

Otra respuesta vino de la Congregación para la Doctrina de la Fe que en 2002 publicó una Nota sobre "la conducta de los católicos en la vida política”.

La nota dice que "La enseñanza social de la Iglesia no es una intromisión en el gobierno de los diferentes países. Plantea ciertamente, en la conciencia única y unitaria de los fieles laicos, un deber moral de coherencia”. 

La Iglesia por lo general no se involucra en cuestiones políticas específicas, pero obviamente invita a quienes se definen católicos a intentar ser coherentes con la fe.

El alcalde de Boston, que es católico, describe así la "tensión” que vive entre sus creencias y su papel público.

MARTY WALSH
Alcalde de Boston (EE.UU.)
"He experimentado esta tensión varias veces en mis años como legislador y ahora como alcalde. Mi relación con mi Iglesia es sobre todo mi relación con Dios. Creo que es importante este punto de partida. Yo no entro en si lo que dice la Iglesia es correcto o incorrecto, si yo hago bien o mal, si la gente es buena o mala. A mí me han elegido para representar a personas de diferentes religiones o que no creen en nada. Yo siempre tengo que tener esto en la cabeza”. 

En EEUU hay católicos tanto en el partido demócrata como en el republicano. Según CNN, Barack Obama obtuvo en el año 2012 el 50 por ciento del voto católico y su rival republicano Mitt Romney el 48 por ciento.

Ninguno de los dos partidos comparte al 100% la doctrina católica. Los demócratas sintonizan con Francisco en cuestiones como la emigración y el medio ambiente. Los republicanos, con la oposición al matrimonio gay y el aborto.

Estas diferencias han llevado a muchos demócratas y republicanos a decir que separan su religión de su vida pública. 

CARD. PETER TURKSON
Presidente, Pontificio Consejo Justicia y Paz
18 DE JUNIO 2015
"Es una separación un poco artificial. Espero que dejemos atrás estas categorías y divisiones artificiales. Es importante que los políticos se den cuenta de que no pueden actuar con una doble personalidad”.

A menudo, los políticos católicos tienen éxito político a expensas de sus creencias religiosas.

Por ejemplo, los demócratas con ambiciones presidenciales apoyan el aborto para ganar el apoyo del resto de su partido. También los republicanos que quieren ir a la Casa Blanca sienten la presión de sus bases políticas para apoyar una línea dura en la emigración.

El cardenal Turkson les recuerda que no sólo los políticos afrontan dilemas morales.

CARD. PETER TURKSON
Presidente, Pontificio Consejo Justicia y Paz
18 DE JUNIO 2015
"Estas cuestiones nos obligan a tomar una decisión fundamental. La respuesta es: ¿En definitiva, qué es lo que realmente quieres?”.

Hay cuestiones que dividen EEUU, y la clase política representa esas divisiones. Aunque el embajador americano ante el Vaticano piensa que no será la cuestión que centrará el discurso del Papa. 

KENNETH HACKETT
Embajador de EE.UU. ante el Vaticano
"No creo que el Papa vaya allí para reparar divisiones, o que le preocupen especialmente las diferencias de opinión en Estados Unidos. Lo que creo que va a hacer, como ha hecho en otros lugares, es subrayar cuáles son los valores y principios importantes y hablar de ellos”.


Obviamente, el Papa hablará ante el Congreso americano y en la ONU como un hombre de fe. Y con esa actitud intentará que quienes le escuchen comprendan mejor la responsabilidad que han asumido ante sus votantes, y ante Dios. 

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