El matrimonio es importante, pero el
tiempo de preparación antes de casarse también lo es. La elección de un esposo es uno de los pasos
más trascendentales que puede dar una persona joven. Tal decisión no debe
tomarse apresuradamente o a la ligera.
El amor no es un sentimiento que
fluctúa, implica compromiso y madurez. El matrimonio es una vocación, un
llamado de Dios y un camino a la santidad. Implica un serio discernimiento espiritual.
Hoy el Padre Seba nos da algunos
consejos para saber, a la luz del Plan de Dios, cuál es el mejor momento para
casarse, quién es la persona indicada y como saber si estamos siendo fieles a
lo que Dios nos pide, siendo plenamente conscientes de lo que este
sacramento implica.
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