viernes, 17 de mayo de 2013

El Papa pregunta ¿Qué es "la" verdad? ¿Podemos encontrarla?


¿Existe realmente "la" verdad? ¿Podemos conocerla?
Aquí me viene a la memoria la pregunta del procurador romano Poncio Pilato cuando Jesús le revela el sentido profundo de su misión: "¿Qué es la verdad?" (Jn 18,37.38). Pilato no entiende que "la" Verdad está frente a él, no es capaz de ver en Jesús el rostro de la verdad, que es el rostro de Dios. Y sin embargo, Jesús es esto: la Verdad, la cual, en la plenitud del tiempo, "se hizo carne" (Jn 1,1.14), que vino entre nosotros para que la conociéramos. La verdad no te agarra como una cosa, la verdad se encuentra. No es una posesión, es un encuentro con una Persona.

¡Se es cristiano en todo momento! Totalmente.
Tenemos que dejarnos impregnar con la luz del Espíritu Santo, para que Él nos introduzca en la Verdad de Dios, que es el único Señor de nuestra vida. En este Año de la Fe preguntémonos si en realidad hemos dado algunos pasos para conocer mejor a Cristo y las verdades de la fe, con la lectura y la meditación de las Escrituras, en el estudio del Catecismo, acercándonos con asiduidad a los Sacramentos.
Pero preguntémonos al mismo tiempo cuántos pasos estamos dando para que la fe dirija toda nuestra existencia. No se es cristiano "según el momento", sólo algunas veces, en algunas circunstancias, en algunas ocasiones; ¡no, no se puede ser cristiano así!
"Nosotros tenemos necesidad de sus oraciones"
En una homilía, el Papa comentó un pasaje de los Hechos de los Apóstoles en el que San Pablo exhorta a los "ancianos" de la Iglesia de Éfeso a vigilar sobre sí mismos y sobre todo el rebaño, a ser pastores atentos a los "lobos rapaces".
 Es una de las "más bellas páginas del Nuevo Testamento" – dijo Francisco – "llena de ternura y de amor pastoral", en la que se destaca "la bella relación del obispo con su pueblo". Y explica que los obispos y los sacerdotes están al servicio de los demás, para custodiar, edificar y defender al pueblo. Es, dijo el Papa, "una relación de protección, de amor entre Dios y el pastor y del pastor y el pueblo":
 "Al fin y al cabo un obispo no es obispo para sí mismo, los es para el pueblo; y un sacerdote no es sacerdote para sí mismo, los es para el pueblo: al servicio del pueblo, para hacer crecer, para pastorear al pueblo, al propio rebaño".
 Cuando en este camino el obispo hace esto es una bella relación con el pueblo, como el obispo Pablo hizo con su pueblo, ¿no? Y cuando el sacerdote tiene esta bella relación con el pueblo, nos da un amor: hay amor entre ellos, un verdadero amor, y la Iglesia se vuelve unida".  Y añadió: "Nosotros tenemos necesidad de sus oraciones", porque también el obispo y el sacerdote pueden ser tentados". Los obispos y los sacerdotes deben rezar tanto, anunciar a Jesucristo Resucitado y "predicar con valor el mensaje de salvación". "Pero también nosotros somos hombres y somos pecadores y somos tentados".
Sobre esas tentaciones, el Papa dijo que "San Agustín, comenta: “Cuando el obispo, el sacerdote, se aprovecha de las ovejas para sí mismo, el movimiento cambia: no es el sacerdote, el obispo para el pueblo, sino el sacerdote y el obispo que toma del pueblo”.
El Papa pidió rezar por los pastores "para que seamos pobres, para que seamos humildes, mansos, al servicio del pueblo". Y, por último, sugirió que se lea el capítulo 20, versículos del 28 al 30 de los Hechos de los Apóstoles, "Lean esta bella página y leyéndola, recen, recen por nosotros los obispos y por los sacerdotes", dijo Francisco.
Vigilia de Pentecostés
En la presentación de la Vigilia que tiene como eslogan "Yo creo, Aumenta en nosotros la fe", que se realizará el próximo sábado 18 de mayo, estarán presentes 120 mil personas pertenecientes a 150 diferentes grupos, movimientos y asociaciones laicales de todo el mundo reunidos en la Plaza San Pedro las diferentes realidades eclesiales de los cinco continentes se han registrados para este evento que “demuestra que la catolicidad de la Iglesia no conoce límites”.

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