El Papa Francisco exhortó a pedirle al Espíritu Santo que
nos asista para ser una Iglesia, una comunidad de amor. El Santo Padre señaló que la Iglesia "es
una comunidad del ‘sí’ y de varios ‘no’ que son consecuencia de este ‘sí’.
Pidamos al Señor que el Espíritu Santo nos asista siempre para ser comunidad de
amor, de amor a Jesús que nos ha amado tanto. Comunidad del ‘sí’ que nos hace
cumplir los mandamientos. Comunidad de puertas abiertas".
Francisco hizo votos
además para que el Espíritu Santo "nos defienda de la tentación de
convertirnos en puritanos, en el sentido etimológico de la palabra, de buscar
una pureza para-evangélica, una comunidad del ‘no’. Porque Jesús nos pide antes
que nada el amor, el amor por Él, permanecer siempre en su amor". Así lo
indicó el Papa Francisco reflexionando sobre los primeros cristianos que no se
ponían de acuerdo en cuanto a la acogida de los paganos en la Iglesia.
"Era una Iglesia
del ‘no: no se puede, no, no; no se debe’ y una Iglesia del ‘sí, pero…’. Si
pensamos en algo positivo, abrámonos, es el Espíritu quien nos abre la
puerta", dijo el Papa y explicó que es el mismo Espíritu Santo quien
"hace siempre ese bello trabajo en la historia. Y cuando no lo dejamos
trabajar, comienzan las divisiones en la Iglesia, las sectas, todas estas
cosas… porque nos hemos cerrado a la verdad del Espíritu".
"Cuando el
servicio del Señor se convierte en un yugo muy pesado, las puertas de las
comunidades cristianos se cierran: ninguno quiere venir al Señor. Nosotros en
vez de eso creemos que por la gracia del Señor Jesús somos salvados. Primero
está la alegría del carisma de anunciar la gracia, luego ya vemos qué cosa
hacemos".
Para el Papa, la
Iglesia es "la comunidad cristianos del ‘sí’ que permanece en el amor de
Cristo y dice varios ‘no’ porque existe aquel sí. Y este amor nos lleva a la
fidelidad al Señor: ‘porque yo amo al Señor no hago esto’".
Cuando estamos
cerrados al Espíritu Santo entonces comienzan las divisiones en la Iglesia.
Para evitarlas es necesario seguir a Jesús y observar sus mandamientos, creando
comunidades capaces de decir sí a Jesús y capaces de anuncio. Cuando una
comunidad cristiana vive en el amor, confiesa sus pecados, adora al Señor,
perdona las ofensas, tiene caridad con los demás y manifestación del amor,
después siente la obligación de fidelidad al Señor de hacer como los
mandamientos. Es una comunidad del 'sí' y los 'no' son consecuencia de este
'sí'. Pidamos al Señor que el Espíritu Santo nos asista siempre para llegar a
ser comunidad de amor..
Finalmente el Santo
Padre dijo que "cuando una comunidad cristiana vive en el amor, entonces
confiesa sus pecados, adora al Señor y perdona las ofensas"; y así tiene
"caridad con los otros" y expresa "manifestaciones del
amor" y experimenta la obligación de "la fidelidad al Señor de
proceder como se dice en los mandamientos".
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