Un famoso oculista,
Lauvvoignet, examinó con un poderoso lente la pupila de la Virgen, y observó,
maravillado, que en el iris se ve reflejada la imagen de un hombre. Esto fue al
principio de una investigación que condujo a los más inesperados
descubrimientos.
Por medio de la digitalización se observa en la pupila de una fotografía todo
lo que la persona estaba mirando en el momento de tomarse la foto. El Dr.
Tosnman, especializado en digitalización, le ha tomado fotografías a la pupila
de la Virgen de Guadalupe. Después de ampliarlas miles de veces, logró captar
detalles imposibles de ser captados a simple vista. ¡Ha descubierto lo que la
Virgen miraba en el momento de formarse la imagen en la tilma de Juan Diego!
Los detalles que aparecen en las fotografías de la pupila de la Virgen de
Guadalupe son: un indio en el acto de desplegar su ruana ante un religioso; un
franciscano en cuyo rostro se ve deslizarse una lágrima; un hombre con la mano
sobre la barba en señal de admiración; otro indio en actitud de rezar; unos
niños y varios religiosos franciscanos más. O sea, todas las personas que según
la historia de la Virgen de Guadalupe, escrita hace varios siglos, estaban
presentes en el momento en que apareció la sagrada imagen.
Lo que es radicalmente imposible es que en un espacio tan pequeño, como la
córnea de un ojo situado en una imagen de tamaño natural, aún el más experto
miniaturista lograra pintar todas esas imágenes que ha sido necesario ampliar
dos mil veces para poderlas advertir.
La ciencia moderna se queda sin explicaciones ante las maravillas de la imagen
de la Virgen de Guadalupe. Es una realidad irrepetible. Sobrepasa todas las
posibilidades naturales, por lo que se puede decir que estamos ante un hecho
sobrenatural.
Una tilma que no se corrompe. Unos colores que no fueron pintados. Una pupila
que contiene toda la escena y todas las personas del momento del milagro.
Estamos ante una imagen que ni el tiempo ni los atentados de hombres llenos de
odio han podido vencer.
Ha querido demostrar con su característica humildad, que la ciencia tiene su
función pero también sus límites. Ella nos recuerda las palabras del ángel:
"Para Dios nada es imposible".
jueves, 12 de diciembre de 2013
El Misterio de los ojos de la Virgen de Guadalupe
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