El Papa
Francisco llegó en su Ford Focus al Dispensario pediátrico Santa Marta,
un hospital pequeño pero clave en el Vaticano.
Este
dispensario provee de medicinas y otros productos a familias necesitadas de
Roma y del mundo. Lo gestionan médicos voluntarios y las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paúl.
Como hizo
Benedicto XVI en 2005, Francisco visitó sus instalaciones, donde vio de
primera mano la labor que lleva a cabo.
Después
tuvo una audiencia en el aula Pablo VI con las familias y los
voluntarios de trabajan allí.
Los niños
del Dispensario de Santa Marta no perdieron el tiempo y felicitaron al Papa
Francisco por su cumpleaños. Primero le presentaron su retrato hecho con cajas
mientras sonaba 'Heal the world' de Micheal Jackson.
Después
le cantaron el "Cumpleaños feliz” y también le trajeron una tarta
blanca y amarilla.
Uno, dos y tres.
¡Todos!
Y por
último, le regalaron una paloma que todos querían acariciar y a la que
ya habían bautizado.
¿Y cómo
se llama?
¡Sibila! Sibila.
Después
de haber estado con los niños del Dispensario, Francisco atendió a las
madres. Todas querían una foto de su hijo con el Papa. Al final, quien se
llevó todos los flashes fue este pequeño que no tuvo miedo a quitarle el
solideo.
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