Al recibir a una delegación del Instituto
Dignitatis Humanae, el Papa Francisco reflexionó sobre la dignidad humana, y
aseguró que esta no puede ser suprimida y no está al alcance de cualquier poder
o ideología.
El Santo Padre recordó que “el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios”,
por lo que tiene “una dignidad originaria … que no se puede suprimir,
indisponible a cualquier poder o ideología”.
Francisco remarcó además que es lamentable que “en nuestra época, rica de
tantas conquistas y esperanzas, no faltan poderes y fuerzas que terminan por
producir una cultura del descarte, que tiende a convertirse en mentalidad
común”.
“Las víctimas de esa cultura son precisamente los seres humanos más débiles y
frágiles – los niños por nacer, los más pobres, los viejos enfermos, los
inválidos graves… –, que corren el riesgo de ser ‘descartados’, expulsados por
un engranaje que debe ser eficiente a todo precio”.
El Papa advirtió que “este falso modelo de hombre y de sociedad actúa un
ateísmo práctico negando de hecho la Palabra de Dios que dice: ‘hagamos el
hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza’”.
En cambio, dijo, si dejamos que la Palabra de Dios “ponga en discusión nuestras
formas de pensar y de actuar, los criterios, las prioridades y las elecciones,
entonces las cosas pueden cambiar”.
“La fuerza de esta Palabra pone límites a quien quiera volverse hegemónico
prevaricando los derechos y la dignidad de los otros. Al mismo tiempo, dona
esperanza y consolación a quien no es capaz de defenderse, a quien no dispone
de medios intelectuales y prácticos para afirmar el valor del propio
sufrimiento, de los propios derechos, de la propia vida”.
El Santo Padre indicó que en la Doctrina Social de la Iglesia “hay un fruto
particularmente significativo del largo camino del Pueblo de Dios en la
historia moderna y contemporánea: la defensa de la libertad religiosa, de la
vida en todas sus fases, del derecho al trabajo y al trabajo decente, de la familia,
de la educación”.
“Son bienvenidas”, aseguró, todas aquellas iniciativas que “pretenden ayudar a
las personas, a las comunidades y a las instituciones a redescubrir la portada
ética y social del principio de la dignidad humana, raíz de libertad y de
justicia”.
“Con tal fin es necesaria una obra de sensibilización y de formación, para que
los fieles laicos, en cualquier condición, y especialmente aquellos que se
comprometen en el campo político, sepan pensar según el Evangelio y la Doctrina
social de la Iglesia y actuar coherentemente, dialogando y colaborando con
cuantos, con sinceridad y honestidad intelectual, comparten, sino la fe, al
menos una visión similar de hombre y de sociedad y sus consecuencias éticas”.
Francisco aseguró que “no son pocos los no cristianos y los no creyentes convencidos
que la persona humana deba ser siempre un fin y jamás un medio”.
lunes, 16 de diciembre de 2013
Papa: los fieles laicos deben pensar según el Evangelio y la Doctrina social de la Iglesia y actuar coherentemente
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