Aunque habla
más con gestos que con palabras, al papa Francisco le han bastado 7 palabras
para cambiar el paso de la Iglesia católica.
TERNURA
La ternura
es la protagonista de su estilo, el ingrediente con el que suaviza sus gestos,
y su estrategia para convertir el mundo en un lugar más humano.
"Y
recuerde, fuerte, pero con ternura”.
"Con
ternura”.
SALIR
Su documento
programático se llama "Evangelii Gaudium” y es una apasionada invitación a
todos los católicos a salir personalmente de la comodidad y proponer con
audacia el mensaje cristiano.
"Espero
lío. Que acá adentro va a haber lío, va a haber. Que acá en Río va a haber lío,
va a haber. Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera… Quiero
que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea
mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea
clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las
parroquias, los colegios, las instituciones son para salir; si no salen se
convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG. ”.
DESCARTE
Denuncia que
la crueldad de una sociedad "descarta” a quienes no le sirven: los niños
no esperados, los pobres, los enfermos, y también los ancianos.
"Le
pregunté a una mujer ¿y sus hijos, vienen a visitarla?’ ‘Sí, sí, siempre
vienen’. ‘¿Cuándo vinieron la última vez?’ Recuerdo a la anciana que dijo ‘Bueno,
en Navidad’. Estábamos en agosto. Ocho meses sin ser visitada por sus hijos.
Ocho meses abandonada. Esto se llama pecado mortal. ¿Entendido?”.
PERIFERIAS
Ha cambiado
la geopolítica. Su primer viaje fue a Lampedusa, la isla a la que llegan los
emigrantes. El primer país europeo que visitó, Albania. Y la primera gira que
programa a América Latina es para visitar Bolivia, Paraguay y Ecuador.
Sus nuevos
cardenales proceden de Haití, Tonga o Burkina Fasso, países con poca o nula
representación en el Vaticano.
Dice que
para comprender la realidad hay que ir a las periferias, las periferias de las
ciudades, las del mundo o las periferias existenciales.
LÁGRIMAS
Francisco
piensa que las lágrimas son la única respuesta válida al dolor de los demás. Es
su modo de denunciar la globalización de la indiferencia.
"Los
invito a que cada uno se pregunte: ¿yo aprendí a llorar? ¿A llorar cuando veo
un niño con hambre, un niño drogado en la calle, un niño que no tiene casa, un
niño abandonado, un niño abusado, un niño usado por la sociedad como esclavo?
¿O mi llanto es el llanto caprichoso de quien llora porque querría algo más?”
MISERICORDIA
Francisco
abraza y recuerda que a Dios le entusiasma la humanidad y que siempre perdona a
quien se arrepiente. Por eso, invita a no cansarse de pedir perdón.
"Dios
nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él
con el corazón arrepentido".
"No
olvidéis esto: el Señor no se cansa nunca de perdonarnos. Somos nosotros que
nos cansamos de pedir perdón".
ALEGRÍA
El Papa
propone un nuevo estilo de vida basado en vivir con sencillez y bondad el día a
día, que ha desatado a su alrededor una corriente de alegría.
"Testimoniar
la alegría del encuentro con Jesús, porque he dicho que cada encuentro con
Jesús cambia la vida y cada encuentro con Jesús nos llena de alegría, la
alegría que viene de dentro. Así es el Señor”.
Es lo que se
percibe en cada encuentro multitudinario, y el signo distintivo del Papa venido
del fin del mundo.
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