BUENOS
AIRES, 27 Feb. 15 / 06:28 pm (ACI).- Con tres hijos adoptados y luego de cinco
años terminó en divorcio el primer matrimonio gay de América Latina, una unión
celebrada con amplia cobertura mediática en 2009 en Argentina. Sin embargo hoy
se reveló el secreto que el lobby LGBT guardaba bajo llave: Alex Freyre y José
María Di Bello no eran pareja y el matrimonio fue una farsa orquestada al detalle
para forzar la aprobación de la ley de uniones homosexuales.
El
periodista y activista gay Bruno Bimbi reveló hoy que al momento del
“matrimonio”, Freyre y Di Bello no eran pareja y fingieron serlo con la
complicidad de numerosos representantes LGBT con el fin de sentar el precedente
legal que necesitaban para impulsar la legalizacion de las uniones del mismo
sexo prometida y alentada por la presidenta Cristina Fernández.
Bimbi cuenta
que el secreto lo conocían los activistas del lobby gay y que eso se acordó
porque “necesitábamos dos hombres o dos mujeres que presentaran el próximo
amparo en capital, en el fuero contencioso administrativo, y se prepararan
para, si todo salía bien, ser los primeros en casarse".
“Al
principio había sido por una causa justa pero acabó transformándose en el show
mediático de una persona ambiciosa (Freyre), que se creyó el personaje y lo usó
para sacar rédito. Ya no es más por una causa. Y ya superó todos los
límites", escribió Bimbi en su blog.
El
periodista reprodujo uno de los diálogos de esos días al interior del lobby
homosexual:
“-José y yo
estamos dispuestos a hacerlo -dijo Alex Freyre en una reunión, en la sede de la
Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que nos había prestado una oficina
para que la Federación contara con una sede provisoria.
-¿José y vos
están en pareja? -preguntó María Rachid, presidenta de la Federación LGBT,
sorprendida.
-Eso no
importa -dijo Alex, muy seguro-. Esto es un compromiso militante y la
Federación necesita que alguien lo haga. Nosotros no les tenemos miedo a las
cámaras, tenemos experiencia en el manejo con los medios, somos activistas
desde hace muchos años y nos sabemos el discurso de memoria. Después, si nos
tenemos que casar, nos casaremos, que todo sea por la causa”.
El
periodista contó que en su momento él le dijo a Freyre: “Si alguien se entera
y, ponele, el diario La Nación publica que ustedes no son pareja, perdemos toda
la credibilidad y todo el mundo se nos va a poner en contra”.
Freyre le
respondió: “Eso no va a pasar. Y si pasa, nosotros lo vamos a negar a muerte.
Además, aunque no seamos novios, nos queremos de verdad” y dijo haber sostenido
numerosos encuentros sexuales con Di Bello. “Eso lo saben todos los que nos
conocen’”.
La
estrategia del lobby gay
Bimbi
describió detalles de la estrategia que diseñaron para las parejas que
decidieran ser los primeros en acceder al “matrimonio” gay: “debían ser
personas muy preparadas para responder a cualquier pregunta con la velocidad de
la televisión, con argumentos sólidos y sin miedo, y que, si tenían que debatir
al aire en un programa con un cura o un diputado homofóbico, pudieran ganarle.
No alcanzaba con tener ganas –y pocos las tenían–, además había que estar
preparado para asumir esa responsabilidad y bancarse (soportar) lo que
viniera”.
Para el
periodista, Freyre y Di Bello tenían estas capacidades: “a nadie en la
Federación (LGBT) le cabían dudas sobre la capacidad de ambos para asumir la
responsabilidad que significaba presentar el amparo. Eran dos de nuestros
mejores cuadros en el manejo con los medios (…) Podían ser la pareja ideal para
hacerlo, si fuesen pareja. Era eso lo que nos hacía dudar”.
Di Bimbi
cuenta que se decidió a contar todo esto porque Alex Freyre “se había creído el
personaje. Cuando el telón cayó y el público se retiró de la sala, él siguió
actuando, como si nada. No sólo no había querido contar la verdad –y nos había
pedido no hacerlo– sino que, en vez de dar vuelta la página y seguir con su
vida, agrandaba una mentira que ya no era más necesaria, porque la ley ya
estaba aprobada”.
Freyre,
prosigue Di Bimbi, “contaba en Twitter que estaba cenando con su marido, cuando
todos sabíamos que tenía otra pareja. Daba entrevistas en televisión hablando
de la intimidad de los recién casados y hacía chistes sobre la distribución de
las tareas domésticas, aunque no vivían juntos. Iba a los actos políticos con
José y saludaban como si fueran Perón y Evita”.
El
presidente de la federación Argentina LGBT, Esteban Paulón, dijo al diario
argentino La Nación que en el momento en que Alex y José María les pidieron
presentar el amparo por matrimonio, desde la Federación acompañaron esa
solicitud.
La expulsión
de Freyre
"En ese
sentido ellos expresaron voluntad de casarse y, sin impedimentos de por medio,
avanzamos con el apoyo a su pedido. Una vez celebrado el matrimonio y aprobada
la ley de identidad de género las actitudes personalistas de Alex, que intentó
sacar provecho personal todo el tiempo sin pensar en lo colectivo, nos llevaron
a expulsarlo por unanimidad de las organizaciones de la FALGBT en febrero
2011", relató.
Esto ocurrió
tan sólo 6 meses después de aprobada la ley del “matrimonio” gay que había
generado una serie de manifestaciones multitudinarias en Argentina, como la
realizada ante el Congreso Nacional en julio de 2010 en la capital, cuando se
reunieron más de 200 mil personas en defensa del matrimonio y la familia.
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