miércoles, 24 de junio de 2015

El Sínodo reflexionará sobre cómo acompañar a quienes atraviesen dificultades familiares





El Vaticano ha presentado el documento de trabajo del Sínodo sobre la Familia. El texto recoge los resultados de la primera fase y añade algunas novedades importantes. 

En el caso de personas divorciadas que se han vuelto a casar, el documento pide buscar modos de integrarles activamente en la vida normal de la Iglesia, como ser padrinos o dar catequesis. 

CARD. LORENZO BALDISSERI
Secretario general del Sínodo de obispos
"El acompañamiento, acompañar, significa estar próximamente a esta gente que se siente actualmente al lado, marginada”.

MONS. BRUNO FORTE
Secretario Especial del Sínodo
"El gran desafío no es "sí o no a la comunión para divorciados”, como alguna vez se ha dicho simplificando también en los medios. El desafío es cómo ayudar a las personas a sentirse parte viva y protagonistas de la vida eclesial. Porque sólo en ese marco de acogida e integración se puede entender cómo una persona que se siente juzgada y rechazada puede sentirse acogida y valorada en la vida de la Iglesia”. 

CARD. PETER ERDÖ
Relator general del Sínodo
"La pregunta central de todos los sínodos es qué es el Cristianismo. Si somos una religión natural que debe reflexionar filosóficamente sobre el mundo y la experiencia humana y buscar soluciones para cada generación; o si somos discípulos de Jesucristo, una persona histórica concreta, con una enseñanza concreta, a quien nos une la Historia y la Tradición, y cuya enseñanza es perfectamente reconocible”. 

El texto reconoce la indisolubilidad del matrimonio, y considera vital proponer la doctrina católica sobre la familia con un "lenguaje que suscite esperanza. Es necesario adoptar una comunicación clara y atractiva, abierta, que no moralice, ni juzgue ni controle”. 


MONS. BRUNO FORTE
Secretario Especial del Sínodo
"Sobre todo las situaciones de fragilidad, de familias heridas, en esos casos cómo expresar a través de la acción pastoral de la Iglesia la actitud de amor, de proximidad, de misericordia del Señor en relación a esa gente que está herida en su vivencia real”. 

El documento menciona que se debe mostrar con hechos que se valora el papel de la mujer y para eso la Iglesia debe incluirla en procesos de decisión y gobierno, y que debe contribuir en la formación de sacerdotes.   

La primera fase del sínodo dedicada a los problemas de la familia ya se ha concluido. Con este documento comienza una segunda fase sobre su misión en el mundo actual. 


Obispos representantes de todo el mundo se reunirán durante 3 semanas en Roma a partir del próximo 4 de octubre. Además participarán mujeres expertas en familia y matrimonios.

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