El Vaticano ha presentado el documento de trabajo del Sínodo sobre la Familia. El
texto recoge los resultados de la primera fase y añade algunas novedades
importantes.
En el caso de personas divorciadas que se han vuelto a casar, el
documento pide buscar modos de integrarles activamente
en la vida normal de la Iglesia, como ser padrinos o dar catequesis.
CARD. LORENZO BALDISSERI
Secretario general del Sínodo de
obispos
"El acompañamiento, acompañar,
significa estar próximamente a esta gente que se siente actualmente al lado,
marginada”.
MONS. BRUNO FORTE
Secretario Especial del Sínodo
"El gran desafío no es "sí o
no a la comunión para divorciados”, como alguna vez se ha dicho simplificando
también en los medios. El desafío es cómo ayudar a las personas a sentirse
parte viva y protagonistas de la vida eclesial. Porque sólo en ese marco de
acogida e integración se puede entender cómo una persona que se siente juzgada
y rechazada puede sentirse acogida y valorada en la vida de la Iglesia”.
CARD. PETER ERDÖ
Relator general del Sínodo
"La pregunta central de todos los
sínodos es qué es el Cristianismo. Si somos una religión natural que debe
reflexionar filosóficamente sobre el mundo y la experiencia humana y buscar
soluciones para cada generación; o si somos discípulos de Jesucristo, una
persona histórica concreta, con una enseñanza concreta, a quien nos une la
Historia y la Tradición, y cuya enseñanza es perfectamente reconocible”.
El texto reconoce la indisolubilidad del matrimonio, y considera vital
proponer la doctrina católica sobre la familia con un "lenguaje que
suscite esperanza. Es necesario adoptar una comunicación clara y atractiva,
abierta, que no moralice, ni juzgue ni controle”.
MONS. BRUNO FORTE
Secretario Especial del Sínodo
"Sobre todo las situaciones de fragilidad,
de familias heridas, en esos casos cómo expresar a través de la acción pastoral
de la Iglesia la actitud de amor, de proximidad, de misericordia del Señor en
relación a esa gente que está herida en su vivencia real”.
El documento menciona que se debe
mostrar con hechos que se valora el papel de la mujer y
para eso la Iglesia debe incluirla en procesos de decisión y gobierno, y que
debe contribuir en la formación de sacerdotes.
La primera fase del sínodo dedicada a
los problemas de la familia ya se ha concluido. Con este documento comienza una
segunda fase sobre su misión en el mundo actual.
Obispos representantes de todo el
mundo se reunirán durante 3 semanas en Roma a partir del próximo 4 de octubre.
Además participarán mujeres expertas en familia y matrimonios.
0 comentarios :
Publicar un comentario