Un cristiano siempre debe custodiar en sí la “memoria” de su
primer encuentro con Cristo y la “esperanza” en Él, que lo impulsa a ir
adelante en la vida con el “coraje” de la fe. Lo afirmó el Papa Francisco en su
homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
No ama verdaderamente quien no recuerda “los días del primer
amor”. Y un cristiano sin memoria de su primer encuentro con Jesús es una
persona vacía, espiritualmente inerte, come sólo saben ser los “tibios”.
“La memoria es muy importante para recordar la gracia
recibida, porque si nosotros perdemos este entusiasmo que viene de la memoria
del primer amor, este entusiasmo que viene del primer amor, llega ese peligr
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