domingo, 10 de mayo de 2015

Francisco en Santa Marta: La Iglesia discute para unir no para separar



En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa habló sobre la fuerza del Espíritu Santo en las discusiones y reconciliaciones. Aseguró que en la Iglesia y los cristianos lo hacen buscando "el camino de la oración y del diálogo” sin fomentar traiciones y "acuerdos” internos.

FRANCISCO
"Una Iglesia en la que jamás hay problemas de este tipo me hace pensar que el Espíritu no está presente. Y en una Iglesia donde siempre se discute y hay cordadas y se traiciona a los hermanos, ¡allí no está el Espíritu! El Espíritu es el que hace la novedad, que mueve la situación para ir adelante, que crea nuevos espacios, que crea la sabiduría que Jesús ha prometido: ‘¡Él les enseñará!’. Es el que mueve, pero es también el que, al final, crea la unidad armoniosa ente todos”.

Francisco subrayó el papel unificador del Espíritu Santo y ofreció, especialmente, la Misa a Nuestra Señora de Luján por ser la fiesta de la Patrona de Argentina.

EXTRACTOS HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)

"¿Cómo resuelven el problema? Se reúnen, y cada uno da su juicio, da su opinión. Discuten, pero como hermanos, y no como enemigos. No hacen "acuerdos” afuera para vencer, no van a los poderes civiles para vencer, no matan para triunfar. Buscan el camino de la oración y del diálogo. Estos, que estaban precisamente en posiciones opuestas, dialogan y se ponen de acuerdo. Esta es obra del Espíritu Santo”.


"Una Iglesia en la que jamás  hay problemas de este tipo me hace pensar que el Espíritu no esté tan presente. Y en una Iglesia donde siempre se discute y hay ‘acuerdos’ y se traicionan a los hermanos, ¡allí no está el Espíritu! El Espíritu es el que hace la novedad, que mueve la situación para ir adelante, que crea nuevos espacios, que crea la sabiduría que Jesús ha prometido: ‘¡Él les enseñará!’. Es el que mueve, pero es también el que, al final, crea la unidad armoniosa ente todos”.



"Esto es lo que nos enseña hoy esta Lectura; que nos enseña el primer Concilio ecuménico. En efecto, ‘le pareció bien’ al Espíritu Santo y a nosotros… Esa es la fórmula, cuando el Espíritu nos pone a todos de acuerdo. Ahora continuemos la celebración eucarística y pidamos al Señor Jesús, que estará presente entre nosotros, que nos envíe siempre al Espíritu Santo, a nosotros, a cada uno de nosotros. Que lo envíe a la Iglesia y que la Iglesia sepa ser fiel a los movimientos que hace el Espíritu Santo”.

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