viernes, 10 de julio de 2015

Francisco a religiosos: No escuchar el dolor de nuestro pueblo es ignorar el Evangelio




Francisco se reunió con sacerdotesreligiosos seminaristas en el "Coliseo Don Bosco” de Santa Cruz, en Bolivia. Al son de esta música el Papa entró en la sala, y lo hizo muy sonriente. 

Un sacerdote, una monja y un seminarista dieron el testimonio de su vocación.

P. CRISPÍN BORDA GOMEZ
"Lo siento muy cerca y presente en este servicio espiritual, humano y pastoral. Incluso en los momentos más difíciles de la vida, siempre suena su voz en mi interior: "No tengas miedo que yo estoy contigo para protegerte”.

SOR GABRIELA CUELLAR DURAN
"Cantar es mi vida. Algo que no me había detenido a pensar y reflexionar. La música es extraordiriaria y pensando detenidamente por un instante, creo que el canto religioso es algo transcendental en mí”.

El testimonio de esta monja también estuvo acompañado de música.

DAMIÁN OYOLA RAMOS
"Mi seguimiento del Señor no es un producto del azar. Sé que mi llamada no surgió en una noche de sudores o en una espectacular conversión al estilo de San Pablo. Fue más bien un largo proceso que aún sigue su curso”.

El Papa les dio un abrazo después de dar su testimonio. Predicó sobre elEvangelio de ese día, donde Jesús cura a un mendigo que está ciego. Francisco dijo que hay tres reacciones posibles a los gritos del ciego.

La primera, pasar de largo.

FRANCISCO
"Pasar sin escuchar el dolor de nuestra gente, sin enraizarnos en sus vidas, en su tierra, es como escuchar la Palabra de Dios sin dejar que eche raíces en nuestro interior y sea fecunda. Una planta, una historia sin raíces, es una vida seca”.

Otra reacción posible es reconocer el dolor de una persona, pero acallarlo.

FRANCISCO
"A diferencia de la actitud anterior, esta escucha reconoce, toma contacto con el grito del otro. Sabe que está y reacciona de una forma muy simple, reprendiendo”.

El Papa dijo que la reacción correcta escuchar las necesidades de la gente y ayudarles, para lo que hay que tener valor.

FRANCISCO
"Es la lógica que no se centra en el miedo sino en la libertad que nace de amar y pone el bien del otro por sobre todas las cosas. Es la lógica que nace de no tener miedo de acercarse al dolor de nuestra gente. Aunque muchas veces no sea más que para estar a su lado y hacer de ese momento una oportunidad de oración.”


Después de una breve oración, el encuentro terminó. Francisco se despidió como llegó: entre abrazos y bendiciones.

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