jueves, 23 de julio de 2015

Un proyecto de ley en la Cámara estadounidense priva a Planned Parenthood de fondo público






80 congresistas han presentado un proyecto de ley para que “el dinero de los norteamericanos” no vaya a parar a las arcas del gigante del aborto “que tiene las manos manchadas de sangre”.
El escándalo por la publicación de los vídeos que muestran a directivos de Planned Parenthood negociando con partes de los fetos abortados ha llegado hasta el Congreso y el Senado estadounidenses. En los últimos días, han sido varios los congresistas y senadores que han arremetido públicamente contra esta multinacional del aborto y han pedido al Gobierno que investigue el tráfico de órganos humanos que podría estar llevando a cabo Planned Parenthood. Una de las primeras consecuencias de este debate ha sido la presentación de un proyecto de ley en la Cámara estadounidense para privar a Planned Parenthood de cualquier fondo público, al menos durante el tiempo que dure la investigación al gigante del aborto.
El pasado miércoles, la congresista por Tennessee Diane Black presentó, junto con otros 80 miembros de la Cámara de Representantes, la ley “Defund Planned Parenthood de 2015″. Este proyecto pretende, entre otras medidas, detener de inmediato cualquier fuente de financiación a esta multinacional y a sus afiliados, al menos hasta que pueda demostrarse que realmente no se lucran con la venta de tejidos y partes de los fetos que se abortan en sus clínicas.
Durante su intervención para defender este proyecto de ley, la republicana Diane Black señaló que si ya es desgarrador que Planned Parenthood practique cada año más de 327.000 abortos, el hecho de que se haga negocio con las partes de los niños asesinados “es insoportable” y “revela mucho de la verdadera naturaleza de la gran industria del aborto”. “Señor presidente, Planned Parenthood tiene sangre en sus manos”, reclamó a Barack Obama esta congresista, que añadió durante su intervención que a la multinacional no le importan las mujeres sino obtener beneficios.
80 congresistas han manifestado a través de la presentación de este proyecto de ley el sentir demuchos ciudadanos estadounidenses que no están dispuestos a que su dinero vaya a parar a las arcas del gigante del aborto. Para estos políticos es inadmisible que un gobierno esté destinando parte de los presupuestos públicos a una multinacional que trafica con tejidos y partes de seres humanos y además se atreve a declarar que no se trata de una venta sino de una donación, a pesar de la publicación de varios vídeos que demuestran lo contrario.
Planned Parenthood ha financiado a Hillary Clinton y Barack Obama
A pesar del silencio cómplice de los medios de comunicación estadounidense respecto a este escándalo, a excepción de la Fox, nadie ha podido impedir que el debate sobre Planned Parenthood llegue al Congreso. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, se ha sumado a la denuncia contra Planned Parenthood, y ha pedido al presidente Barack Obama que inicie una investigación seria sobre si la multinacional se lucra con la venta de órganos porque “nada es más precioso que la vida”.
A pesar de la presión que se está intentando realizar para que se actúe contra el gigante del aborto, muchos políticos republicanos temen que no se pueda hacer nada porque Planned Parenthood ha financiado la campaña de importantes miembros del actual Gobierno estadounidense, el primero de ellos Barack Obama. La campaña que le llevó a la Casa Blanca recibió fondos de la multinacional abortistas.
También la candidata demócrata a la Presidencia del Gobierno, Hillary Clinton, ha recibido el apoyo público de Planned Parenthood y también el dinero de esta multinacional. Según informan varios medios norteamericanos, Clinton ha recibido 10.000 dólares de varios directivos de la organización, que parecen considerarla la candidata más adecuada para sus intereses económicos.


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